El 41 % de los menores de 13 años vive con algún fumador. El 25 % de los niños entre 11 y 12 años ya han tenido contacto con el tabaco y el 17 % sufre el humo de sus compañeros y profesores en los centros educativos

Los colegios lanzaroteños son los únicos de Canarias que aún no se han inscrito en el concurso "Clases sin humo"

La Consejería de Sanidad del Gobierno regional ha puesto en marcha una campaña para disuadir a los adolescentes del consumo de tabaco, con premios de cámaras de fotografía digitales para los alumnos que consigan no fumar.

28 de octubre de 2005 (21:16 CET)

Los colegios e institutos lanzaroteños son los únicos de Canarias que aún no se han inscrito en el concurso "Clases sin humo". Se trata de una iniciativa puesta en marcha por la Consejería de Sanidad del Gobierno regional destinada a la prevención del tabaquismo en los jóvenes. Concretamente, se está llevando a cabo en clases de 1º y 2º de la ESO que cursan niños entre 11 y 14 años.

Murcianos seguidos de madrileños y gallegos

Los últimos datos al respecto son preocupantes. Un estudio presentado por la Fundación "Respira" de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, asegura que los canarios ocupan el cuarto lugar en el ranking de los españoles que están más expuestos al humo del tabaco en su entorno laboral y doméstico. El primer lugar lo ocupan los murcianos, seguidos de los madrileños y los gallegos.

Por otro lado, uno de cada diez no fumadores está expuesto al humo del tabaco durante más de ocho horas al día, lo que le acarrea las mismas consecuencias que si fumara. En general, la mitad de los no fumadores tiene que sufrir el respirar humo de tabaco habitualmente en su entorno, ya sea laboral, doméstico, escolar o de ocio. Pero uno de los datos más preocupantes de este estudio alude a la exposición de los niños al humo del tabaco en casa: el 41 % de los menores de 13 años vive con algún fumador.

También es alta la exposición en el colegio y en el instituto, ya que a pesar de las prohibiciones el 17 % sufre el humo de sus compañeros y profesores.

Saben que tendrán enfermedades graves

Según Manuel León, técnico de salud pública y uno de los responsables de la iniciativa "Clases sin humo", cada vez más personas abandonan el tabaco y cada vez son menos los que se inician en el consumo. Sin embargo, en la Consejería de Sanidad manejan datos similares a los arrojados por la Fundación "Respira", procedentes de una encuesta realizada a 3.000 niños de Canarias.

Según esas entrevistas el 25 % de los niños entre 11 y 12 años ya han tenido contacto con el tabaco, algunos fumando casi diariamente, otros una vez a la semana y el resto todos los días. Casi el 8 % de los niños y casi el 5 % de las niñas empiezan a fumar con sus padres. Es decir, los niños fuman con el consentimiento de sus tutores. El 93 % de los chavales consultados piensan que pueden tener enfermedades graves, pero a esas edades no le dan importancia y siempre creen que no les va a tocar a ellos.

Los adolescentes ven el peligro demasiado lejos como para tomárselo en serio. Pero sí se dan cuenta de los daños inmediatos que produce el tabaco: el mal aliento, las manchas en los dedos, el olor en la ropa, etcétera. En este sentido, los expertos intentan hacer del consumo de tabaco un acto reprobable en la sociedad. A veces son los niños quienes piden a sus padres que fumen en el balcón, por ejemplo.

La fuerza el grupo contra el consumo individual

El proyecto "Clases sin humo" lleva establecido en Europa desde el año 1997 y en este tiempo se ha demostrado su efectividad para disuadir a los jóvenes, entre 12 y 14 años, en el inicio del tabaquismo. En Canarias el año pasado participaron en el concurso 1.600 alumnos y el objetivo se vio cumplido, ya que durante esos meses los niños no fumaron.

El concurso funciona de la siguiente manera: el elemento principal es que toda la clase está al menos 5 meses sin fumar, desde noviembre hasta abril. Es posible que un alumno o dos por clase se fume algún cigarrillo, pero "la fuerza del grupo hace que lo dejen para poder seguir participando en el concurso", afirmó Manuel León. Los profesores fumadores pueden participar en el concurso siempre que no fumen delante de sus alumnos, y eso ayuda a que los docentes también dejen de fumar.

Refuerzo positivo

Pero los niños no dejan de fumar de manera altruista. El año pasado ganó la clase de un Instituto de la Aldea de San Nicolás, en Gran Canaria. El premio fue una cámara de fotografía digital para cada alumno y otra para el tutor. Por otro lado, siempre hay regalo seguro, ya que a todos los participantes del concurso se les entrega una camiseta o una gorra con el eslogan de "Clases sin humo".

Además de la información que sale diariamente en los medios de comunicación, los chicos también reciben formación a través de los denominados "eventos transversales". Uno de estos eventos son las "semanas de la salud", en las que se imparten charlas sobre tabaquismo, así como talleres acerca del tema. También hay técnicos de la Dirección General de Salud Pública que van a las escuelas para hacer las pruebas y hablarles de las consecuencias del consumo de tabaco.

Ese primer cigarro fatídico

Hay estudios que rebelan que la mayoría de los adolescentes que fuman son adictos a la nicotina que, con frecuencia, es la llave de entrada para el consumo de alcohol y otras drogas ilegales como la marihuana y la cocaína. Manuel León aclaró que "el inicio al consumo siempre se hace por curiosidad, especialmente en esas edades.

Pero al cabo del tiempo se hacen adictos, como una persona adulta". En este sentido, las campañas del tipo "Clases sin humo" son bastante efectivas para desalentar el consumo de tabaco. Precisamente, en estos momentos se ha lanzado otra campaña en Europa llamada "Help".

LO MAS LEÍDO