Fotos: Agustín Méndez
La Romería de San Juan Bautista tuvo lugar el pasado sábado y un año más los vecinos de Haría se congregaron para rendir homenaje al Santo. El recorrido comenzó junto a los aparcamientos del cementerio municipal y concluyó en el corazón de la localidad, en la plaza. La romería discurrió por toda la calle San Juan con gran vistosidad y alegría encaminada por los cientos de personas con ganas de fiesta que participaron en la celebración con el objetivo de que la tradición siga viva.
Las agrupaciones folclóricas cantaron y bailaron durante todo el recorrido acompañadas de carros engalanados para la ocasión. No faltaron los camellos llegados desde Uga, las parrandas que ambientaron la marcha con sus canciones, ni el gofio regado con buen vino, el queso, las pasas, las papas arrugadas, o los dátiles del alcalde José Torres Stinga, que, como es habitual, recorrió todo el trayecto invitando a cuantos se cruzaron en el camino.
En la plaza, a todos los romeros les esperaba San Juan para recibir la ofrenda, que se destina a Cáritas, y delante de la imagen fueron desfilando todos aquellos vecinos que querían colaborar con su ofrenda personal o colectiva. Además, las agrupaciones folclóricas ofrecieron al Santo sus bailes y las parrandas le brindaron sus canciones.
Una vez concluida la ofrenda, se retiró la imagen del Santo hasta el interior de la iglesia y se dio comienzo al baile del romero, un baile que cada año gana más adeptos con ganas de fiesta en un marco especial como es el de la Plaza de Haría.
En el transcurso del mismo se eligió a la Romera Mayor, título que recayó este año en Laura Betancort, y el alcalde, José Torres, le hizo entrega de un obsequio como regalo por su elección. Se elige a la romera en función de la vestimenta que lleve y se premia a la que vista la prenda más representativa y la mejor conjuntada, desde el calzado hasta el tocado. El baile del romero puso el punto final a la Romería, para luego seguir con la verbena tradicional hasta altas horas de la madrugada.
