La multinacional norteamericana Mattel anunció hace tan solo unos días la retirada en España de más de medio millón de juguetes, fabricados en China, por cuestiones de seguridad. De ellas, cerca de 10.000 corresponden al coche Sarge, uno de los personajes de la película Cars, porque su pintura, de origen chino, lleva plomo. La otra treintena de modelos son de las colecciones Polly Pocket, Doggie Day Care, y Barbie y su perrita Tanner, que contienen imanes de gran potencia que pueden desprenderse y de los cuales se vendieron en España 500.000 unidades entre 2002 y 2006.
La situación también se ha notado en Canarias, no solo porque se han retirado los pocos productos que ha habido en las Islas sino porque algunos clientes han ido a reclamar que se les devolviera el dinero de productos que no están siendo cuestionados. Casimiro Romo, gerente de una cadena de juguetes , señaló a ACN que desde que esto se conociera el pasado martes se conociera el problema de algunos productos de la juguetera Mattel, "mucha gente se ha alarmado y algunos han acudido a las jugueterías a pedir que les devuelvan el dinero aunque se trate de un producto que cumple todas las garantías".
Asimismo, recalcó que "si esto se hubiese producido durante la campaña de navidad , la retirada hubiese sido masiva, pero en estos meses la demanda de juguetes no es tanta como en fechas navideñas".
Y mientras los jugueteros perciben esta preocupación, los Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (GESTHA) denunciaron este viernesque sólo el 0,4 por ciento de las importaciones de juguetes provenientes de terceros países se sometieron al control físico en la delegación especial de Aduana de las Islas Canarias durante los siete primeros meses de 2007. En el conjunto de las Aduanas de España, sólo un 2,2 por ciento de estas importaciones fueron sometidas a inspecciones físicas.
Según Gestha, hasta julio llegaron al archipiélago canario un total de 13.838 partidas de juguetes procedentes de países de fuera de la Unión Europea, de las cuales tan solo sesenta fueron controladas físicamente con el fin de comprobar que no presentaban ningún tipo de irregularidad y que no constituían un peligro para la salud y la seguridad humana.
El control documental, por su parte, se realizó sobre el 3,1 por ciento de las mercancías de juguetes que entraron a través de esta comunidad, lo que supone en términos de volumen un total de 434 partidas. En España este tipo de control se llevó a cabo únicamente sobre el 6 por ciento de los juguetes importados.
El colectivo de Técnicos de Hacienda considera "irresponsable" que la Dirección de Aduanas permita que se "salten a la ligera" los controles ?físicos, de identidad y documentales- al que deben estar sometidos los distintos productos por ley y muy especialmente cuando se trata de artículos dirigidos directamente a la población infantil.
A este respecto, Mónica Bethencourt, presidenta de la Organización de Consumidores de Canarias (CONCA) recalcó a ACN Press que "hay una falta de control de la Administración, concretamente en Aduanas, ya que no está siendo estricta conforme a lo que establece la normativa de seguridad de juguetes en la actualidad".
Asimismo, señaló que "muchas veces, los consumidores, cuando adquieren un juguete a veces eluden su obligación de leer el etiquetado pues dan por hecho que un producto cuando está en el establecimiento cumple todas las normas, y esto no siempre es así".
Gestha explica que cada uno de los lotes de producto debe someterse a tres tipos de controles: documental, consistente en la comprobación de los certificados u otros documentos que acompañen a la partida de productos; de identidad, basado en la comprobación, mediante inspección visual de la concordancia de los certificados con el artículo y, finalmente, físico, consistente en el control del propio producto, que puede incluir el control del envase, así como un muestreo y pruebas de laboratorio en un puesto de inspección fronterizo.
Según Gestha, el caso de la juguetera Mattel vuelve a poner en entredicho la eficacia de los controles de seguridad en Aduanas, cuando apenas se cumple un mes del asunto de las pastas de dientes procedentes de terceros países. A principios de julio, el Ministerio de Sanidad y Consumo alertó de la posible presencia de dietilenglicol ?un disolvente industrial no apto para consumo humano utilizado como sustituto de la glicerina- en algunos envases de dentífricos
Al otro lado de la polémica se encuentran las organizaciones de consumidores.
Por comunidades autónomas, las delegaciones especiales de Aduana donde se realizaron menor número de controles físicos con respecto al total de partidas de juguetes importadas hasta julio fueron, por este orden, las ubicadas en Cantabria y Navarra (0%); Murcia (0,13%); Canarias (0,4%); País Vasco (2,12%); Madrid (2,12%); Cataluña (3,05%) y Aragón (3,86%). Por el contrario, las aduanas donde más se agudizaron los denominados circuitos rojos fueron, por este orden, Baleares (44,29%); Castilla y León (30%) Castilla-La Mancha (25,65%) y Asturias (15%).
Por su parte, el Instituto Nacional de Consumo (INC) se ha esforzado en confirmar que "los procedimientos de alerta preventiva y de protección de los consumidores han funcionado adecuadamente y según lo establecido en el caso de la notificación de alerta voluntaria de juguetes de la empresa Mattel".
Según la presidenta de CONCA, "el consumidor canario está muy concienciado de cuáles son sus derechos y cuándo y cómo debe ejercerlos". Por otra parte, afirmó que "con estas cosas nos alarmamos enormemente pero si haces una comparativa de todos los juguetes que están en el mercado y el porcentaje de juguetes que se han retirado, te das cuenta de que es una cuestión mínima".
ACN Press