El proyecto de restauración de la iglesia de San Bartolomé ha tardado cuatro años en salir adelante. Gran parte del legado eclesiástico de la isla cuenta con protección BIC. La búsqueda de financiación compromete en ocasiones la conservación

La plegaria del patrimonio

Hoy, cuatro años después, todavía no se ha intervenido y se han roto tres vigas más, según Patrimonio del Cabildo. Y aunque el proyecto está redactado casi desde que se detectó el deterioro, el convenio entre la ...

6 de mayo de 2008 (16:35 CET)
La plegaria del patrimonio
La plegaria del patrimonio

Hoy, cuatro años después, todavía no se ha intervenido y se han roto tres vigas más, según Patrimonio del Cabildo. Y aunque el proyecto está redactado casi desde que se detectó el deterioro, el convenio entre la Administración y la Iglesia no está firmado. Ninguna de las partes aclara los motivos de la demora, aunque según el anterior concejal de Patrimonio de San Bartolomé, Juan Antonio de la Hoz, se aguardaba a que el Cabildo determinara su aportación económica, que se contempla finalmente en los actuales presupuestos, aprobados el pasado 22 de abril. Ahora se podrá firmar el convenio.

El proyecto también recoge la protección de los retablos y la restauración del cuadro de "Ánimas". Pero las tallas, el arte decorativo y los bienes muebles en general que albergan los centros eclesiásticos insulares no siempre tienen la misma suerte y suelen recorrer un camino más largo hacia su conservación.

Durante estos años, además, los bienes de la Iglesia de San Bartolomé se han muerto de aburrimiento en el interior mientras acumulaban polvo, y por tanto, una falta de mantenimiento. Lo mismo ocurre en el caso del Convento de San Francisco en Teguise, también cerrado, que guarda importantes cuadros que hace tiempo comenzaron a padecer humades en la parte inferior, según fuentes que han tenido acceso a su interior: "La venida del Espíritu Santo", que permaneció en la Ermita del Espíritu Santo hasta el siglo XVIII,y "Los desposorios de la Virgen", que hasta 1901 albergó la Ermita de San José. También acoge "Jesucristo atado a una columna", de la que se sabe que fue donada alrededor de 1715 por un particular.

La Ermita de San Marcial de Rubicón, 1640, afectada de humedades, y San Rafael en Teguise, siglo XV, también por un problema de techumbre, o la intervención puntual de la puerta de Los Remedios en Yaiza son otros de los edificios que necesitan actualmente una intervención urgente, según ha detectado Patrimonio.

Sin inventario

Desde el Centro Internacional de Conservación del Patrimonio (CICOP) con sede en Tenerife y un centro informativo en Teguise, su presidente Miguel Ángel Fernández considera que el estado de conservación en general del Patrimonio eclesiástico "no es bueno" y lo demuestra en Lanzarote el déficit de información y datos que hay sobre el estado de las iglesias y ermitas, muchas de ellas cerradas y a las que no ha podido acceder La Voz por negativa del párroco, como es el caso de San Rafael. "Sólo tenemos información cuando los edificios comienzan a dar problemas. Y en la mayoría de los casos es casi siempre un poco tarde y hay que realizar grandes inversiones para volver a la rehabilitación y a la restauración", denuncia Fernández.

Del mismo modo, existe un desconocimiento del número de bienes muebles que conserva Lanzarote, cuya importancia histórica radica en que gran parte de ellos fueron exportados del exterior, de Europa, América y el resto de islas, y suponen hoy un legado artístico de elementos de orfebrería, esculturas y arte decorativo que forman la historia eclesiástica insular.

Hace tiempo, la Diócesis de Canarias encargó realizar un inventario de todos los bienes muebles a través de la Fun dación César Manrique, pero el listado es desconocido hasta para Patrimonio del Cabildo. Miguel Ángel Fernández del CICOP advierte sobre la necesidad de no desvincular los edificios de los bienes muebles ya que el estado de la iglesia, si es deficiente, puede influir en la conservación de lo que se mantiene en su interior.

¿Quién paga?

Patrimonio reconoce las dificultades que tiene en general acordar una financiación equitativa entre Iglesia y Estado y, en particular, conseguir dinero para la restauración de las tallas y los cuadros. En el caso de San Bartolomé, el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento también han aportado una cantidad para materializar el proyecto y por parte de la Iglesia han sido los mismos vecinos del municipio los que a través de actividades benéficas, rifas y ferias han recaudado 300.000 euros, según el párroco de San Bartolomé, para "su Iglesia".

"La aportación no puede ser igual entre Iglesia y Estado porque nosotros carecemos de recursos", justifica el párroco de San Bartolomé que apela a la responsabilidad de la administración que además reconoce el patrimonio eclesiástico. "Son de patrimonio privado pero se rigen por unos acuerdos de la Santa Sede. Las administraciones públicas colaboran y reconocen los valores eclesiásticos pero se puede intervenir tanto si están incoados como Bien de Interés Cultural o están declarados, como si están en los catálogos municipales o están en el catálogo del Plan Insular o bien si tienen valores", explican desde Patrimonio.

Varias iglesias y ermitas de Lanzarote están declaradas como Bien de Interés Cultural que a su vez incluye por imperativo legal la protección de alguno de los bienes que albergan. Desde Patrimonio aseguran que esto supone una "alta protección" y quedan, por tanto, bajo la supervisión de un equipo de cuatro personas que realizan el seguimiento de conservación.

Usos y abusos

El sobrepeso fue una de las causas determinantes para que el techo de San Bartolomé cediera. Desde Patrimonio se percataron de que las "patologías de deterioro" tenían que ver en muchas ocasiones con los hábitos de los vecinos, como por ejemplo transitar por el techo para colocar la bandera en épocas festivas, y con un mal mantenimiento. "Era costumbre poner una capa de hormigón cuando el techo se mojaba. Eso no sanea el techo sino que se va abombando y se va hundiendo", comentan técnicos de Patrimonio.

Actualmente los ayuntamientos tienen prohibido intervenir sin la mediación del Cabildo. Hace dos semanas la Primera Institución autorizó el traslado de unas palmeras que están cerca de la Iglesia del municipio de San Bartolomé por el riesgo a que se filtre la humedad en la Iglesia. Insisten en que se requiera el asesoramiento de Medio Ambiente y Patrimonio para no incurrir en acciones que puedan acelerar el deterioro. Pero no siempre ha sido así y los ayuntamientos a veces acometen pequeñas actuaciones, que aunque parezcan insignificantes, perjudican la conservación, según fuentes consultadas.

El párroco Gonzalo de San Bartolomé, por su parte, considera que en muchas ocasiones conseguir el beneplácito de Patrimonio lleva demasiado tiempo porque se necesitan informes y se retrasa la intervención, pero desde el área de la Primera Institución apelan a la necesidad de trabajar coordinadamente.

Patrimonio privilegiado

El eclesiástico es el "patrimonio más mimado", según técnicos del área patrimonial, al que las administraciones suelen destinar una partida fija en cada presupuesto. En los de este año, de forma nominativa constan 40.000 euros para "la restauración de iglesias y parroquias" y en un global de Patrimonio de más de 240 mil euros se incluyen intervenciones. No es el caso de otros bienes particulares como las viviendas catalogadas cuya inversión recae en gran medida en los propietarios privados.

Sin embargo, los proyectos de conservación no siempre salen con tanta solvencia, como en el caso de San Bartolomé y más aún en los casos de rehabilitación de imágenes, cuadros y en general bienes muebles. Los acuerdos de la Santa Sede exigen la afinidad de las dos partes que no siempre negocian sobre criterios comunes en las Comisiones mixtas Iglesia ?Estado que existen y en las que se exigen responsabilidades mutuas.

Por otra parte, aunque la declaración de Bien de Interés Cultural garantizaría en principio la conservación no siempre se cuenta con la inversión suficiente . Miguel Ángel Fernández lamenta que cuando se interviene suele ser para certificar la "defunción". Como recuerda el historiador de San Bartolomé, José Fernández, sobre la iglesia de Haría que hace 50 años tuvo que ser destruida por su estado ruinoso.

LANZAROTE ECLESIÁSTICO

La historia eclesiástica de isla está vinculada a los orígenes de la Diócesis de Canarias. El 7 de julio de 1404, El Rubicón en Yaiza fue sede por proclamación del Papa Benedicto XIII. Aunque 80 años después, en 1483, fue trasladada a Gran Canaria, por seguridad ya que solía recibir los ataques de los piratas.Los franciscanos fundaron la primera orden religiosa en Lanzarote, según el libro "La Huella y la Senda", editado por la Viceconsejería de Cultura y Deportes - Diócesis de Canarias, y la segunda orden en desembarcar en la isla fue la de los dominicos en Teguise, a principios del siglo XVII.

Lanzarote guarda un "singular" patrimonio. Destaca la Ermita de Las Nieves, en Los Valles, que podría remontarse al siglo XIV, aunque se documenta en el XVI, y está acompaña de un yacimiento arqueológico de la cultura aborigen situado en su entorno. La Ermita de Nuestra Señora de La Caridad, en La Geria, es otra construcción levantada en el siglo XVII, que quedó sepultada por las cenizas con las erupciones de Timanfaya. Las dos son Bien de Interés Cultural o están en tramitación de serlo junto a la Iglesia de San Ginés (Arrecife), San Roque y Los Dolores (Tianjo); Guadalupe, San Rafael y San Leandro (Teguise); San Bartolomé, Los Remedios, San Marcial y Sagrado Corazón(Yaiza); ySan Antonio y La Candelaria (Tías). Ahora se intenta proteger la Ermita de Nazaret y Santa Bárbara en Máguez .

Como bienes muebles destaca la Pila Bautismal, la única de todo Lanzarote de mármol blanquecino con incrustaciones policromadas que está en la Iglesia de la Candelaria en Tías; y el sagrario en la Iglesia de San Bartolomé, finales XVII ? principios del XIX.

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