La niña de tan sólo ocho años que fue atropellada en Famara el pasado 24 de abril ya está despierta y evoluciona favorablemente en el Hospital Materno-infantil de Las Palmas de Gran Canaria. "Ha avanzado muchísimo. Lleva despierta unos días, habla un poquito más alto y de vez en cuando se enfada. Así que ya tenemos princesa de nuevo", afirma muy feliz a La Voz su tía y madrina, Juana Morales.
El atropello que sufrió la pequeña fue muy grave y tras ingresar en el Hospital Doctor José Molina Orosa fue trasladada a Las Palmas, donde fue operada días después. Los primeros días fueron muy complicados para la familia, especialmente para los padres de la pequeña Imara, que han sacado fuerzas "de donde no hay". Pero ahora la evolución de la pequeña es "favorable", por lo que la familia "está muy contenta", aunque "son momentos duros".
La tía de la pequeña viajará este viernes a Las Palmas para visitarla de nuevo. "Así acompaño a mi hermana y a mi cuñado y yo también tengo muchas ganas de volver a verla", asegura. Precisamente, Juana fue la última persona con la que habló la niña antes de sufrir el atropello.
"Estábamos en el restaurante y sus padres estaban sentados en una mesa. La niña estuvo hablando conmigo, que estoy aprendiendo a hacer manualidades. Le llamé 'Princesa', porque nunca la llamo por su nombre, y le dije si me quería ayudar a hacer una flor. Y me dijo: 'sí, maína', porque me llama así en lugar de madrina. Salió del restaurante y en 30 segundos no supe de ella", relata.
"La ambulancia tardó muchísimo"
De pronto, vio a sus primas correr y gritar el nombre de la pequeña. "Y supe que había pasado algo. Los tres primitos estaban junto a ella. Yo ni escuché el golpe ni vi nada. Sólo la oí llorar", afirma.
La familia, además, se encuentra bastante "molesta" con el tiempo que tardó la ambulancia en llegar a Famara. "No sé decir cuánto, pero fue muchísimo, muchísimo. De verdad que tardó mucho", lamenta.
