La Graciosa también se echó a la calle este sábado, al igual que todas las islas de Canarias, que estaban llamadas a ser "una sola voz contra las prospecciones petrolíferas". Los gracioseros contaron además con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que eligió la octava isla para manifestarse este 7 de junio.
Rivero se sumó así a esta marcha ataviándose también con el tradicional sombrero graciosero, que era portado por la mayoría de los manifestantes. La Graciosa puso así su sello a esta manifestación, en la que unieron su voz a la de todas las islas para intentar frenar las prospecciones petrolíferas frente a Lanzarote y Fuerteventura.