Fueron hallados bajo los murales y han sido recuperados

La Ermita de San Marcial de Femés ya luce los "papeles pintados"

La Ermita de San Marcial de Femés ya luce el trabajo de restauración que se ha realizado para descubrir los llamados "papeles pintados". La directora general de Cooperación y Patrimonio ...

9 de febrero de 2010 (15:14 CET)
La Ermita de San Marcial de Femés ya luce los "papeles pintados"
La Ermita de San Marcial de Femés ya luce los "papeles pintados"

La Ermita de San Marcial de Femés ya luce el trabajo de restauración que se ha realizado para descubrir los llamados "papeles pintados". La directora general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aránzazu Gutiérrez, visitó este martes el santuario, declarado Bien de Interés Cultural, acompañada por la consejera de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, Plácida Guerra; por el vicario, Hipólito Cabrera; y por la restauradora, Beatriz Galán, para inaugurar oficialmente los trabajos.

La Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural ha invertido casi 60.000 euros en recuperar estas piezas artísticas, tras la realización de un estudio previo sobre el estado de conservación y la elaboración de un proyecto de intervención en las pinturas murales del templo. Dicho estudio sacó a la luz, ocultos por los murales, estos singulares "papeles pintados", también recuperados tras una compleja intervención.

Bien de Interés Cultural

La Iglesia de San Marcial del Rubicón en Femés se comenzó a edificar en la tercera década del siglo XVII, dándose por finalizada la construcción en 1640. Las razones de interés público se basaban en la importancia de este inmueble, que cuenta con el reconocimiento Bien de Interés Cultural desde 1986, con categoría de Monumento.

Destaca por su valor arquitectónico "al ser exponente representativo de tipologías típicas de la Isla y por su interés etnográfico, con una de las devociones más antiguas ligada al proceso de conquista Normanda", como se cita en el documento que la acredita BIC. Una de las singularidades del interior lo constituyen las pinturas murales y, sobre todo, los papeles pintados, localizados bajo éstas.

En 2009, se otorgó una subvención directa al Obispado de la Diócesis de Canarias para financiar la conservación y restauración de las pinturas, que a día de hoy han vuelto a ver la luz.

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