La enfermedad del olvido

En Arrecife, la "Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Lanzarote", ha organizado una exposición de pintura con las obras realizadas por los enfermos durante el taller "Hogar Alzheimer". Esta iniciativa ...

20 de septiembre de 2005 (20:21 CET)

En Arrecife, la "Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Lanzarote", ha organizado una exposición de pintura con las obras realizadas por los enfermos durante el taller "Hogar Alzheimer". Esta iniciativa comenzó hace tres años de la mano de la pintora Nieves Martín, que está doblemente implicada con la asociación porque su madre es enferma de alzheimer.

A pesar de sus primeras reticencias porque no creía que su madre fuese capaz de pintar, se animó a hacerlo cuando le propusieron la idea. "El primer año fue como un juego, pintamos durante todo el invierno y los enfermos poco a poco se fueron entusiasmando", dijo Nieves en una entrevista concedida a este diario.

El resultado fue una primera exposición en la Casa del Miedo. Este año las obras están expuestas en la Casa de la Cultura "Agustín de la Hoz". La muestra puede visitarse hasta el próximo 23 de septiembre, de lunes a viernes, en horario de 10:00 a 13:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.

Cambios

Nieves afirmó que "de un año para otro se nota un cambio muy importante, cada vez son más expertos". El objetivo que persigue es que los alumnos estén contentos y se lo pasen bien durante esas dos horas que están pintando. Se propone un tema y ella les hace un primer boceto.

A partir de ahí cada uno utiliza los colores e introduce las modificaciones que quiere, y al final sale la obra. Con el mismo tema, por ejemplo, el Puente de las Bolas, salen ocho o diez versiones diferentes. Ella se limita a orientarles y a darles alguna entrada de luz o una sombra, y contó divertida que hay quien no se toma muy bien esas intromisiones en su cuadro. A la una menos diez, Nieves anuncia el final de la clase, pero nadie se mueve de su sitio. Ella tiene que ir uno por uno, casi quitándoles los pinceles de la mano.

Proyecto terapéutico

El día de la inauguración, un visitante compartió con ella su sorpresa porque no podía imaginar que esas personas que estaban allí sentadas hubiesen sido capaces de pintar aquellos cuadros. Realmente se trata de un proyecto terapéutico en el que 10 enfermos, durante 9 meses, han utilizado la pintura como instrumento de crecimiento, mejora personal y medio de integración social.

Regreso a una infancia desconocida

A la madre de Nieves le detectaron la enfermedad cuando cumplió 70 años. "Al principio piensas que no será tan terrible, pero al poco tiempo comienza a notarse el deterioro. Es como si de pronto tu madre se convirtiera en un niño de guardería, no se la puede dejar sola", asegura. Se queja de la falta de ayudas por parte de las administraciones. "Ya has criado a tus hijos y de pronto tienes que criar a tus padres". Hay casos en los que la enfermedad afecta al cónyuge. Son personas que casi de la noche a la mañana ven cómo su pareja se ha convertido en una persona completamente dependiente.

El alzheimer es una enfermedad que tiene unas implicaciones emocionales y psicológicas muy fuertes porque para los familiares supone cambiar por completo la forma de relacionarse con sus allegados. A Nieves el pánico le llevó a pensar que ella también estaba enferma, porque se le empezaron a olvidar las cosas.

Algo iba mal

Ella se dio cuenta de que algo iba mal porque el lenguaje de su madre era cada vez más limitado y estaba muy callada. Los enfermos se olvidan de las cosas más comunes, como asearse. A la madre de Nieves empezó a quemársele la comida cuando cocinaba, comía fuera de hora y cambió por completo su rutina diaria.

Dice que su madre era muy presumida y con la enfermedad ya no sabía combinarse la ropa y no se ponía el calzado adecuado. Otro de los síntomas más frecuentes en los enfermos de Alzheimer es que confunden a las personas y cambian los nombres de sus familiares y amigos. Cuando la madre de Nieves vuelve a su casa después de pasar unos días en casa de su hermana, le cuesta adaptarse de nuevo a ese espacio y busca las referencias del otro hogar. Es una enfermedad degenerativa, que cada día va a peor y que tarde o temprano requerirá el ingreso del enfermo en un hospital.

Mirada perdido y asustada

A primera vista lo que más llama la atención de los enfermos de alzheimer es la mirada perdida, a veces asustada. Necesitan tener siempre a la vista a alguien conocido, un punto de referencia, como los niños. Nieves se pregunta qué queda de su madre, de la mujer que fue su madre durante 70 años.

Los enfermos de alzheimer necesitan atención continua. Sus familiares solicitan ayuda en domicilio, simplemente para acompañar al paciente y supervisarle. Nieves relata que hay que estar pendiente de que el enfermo no se olvide de hacer las cosas vitales. Como ella dice, la vida continúa, y cada vez que estos familiares necesitan salir a comprar algo o simplemente ir al cine, no encuentran con quién dejar a sus seres queridos. Afirma que en Lanzarote, en el Hospital Insular, hay un equipo muy bueno de profesionales.

Los médicos cuentan en sus equipos con psicólogos para ayudar a los familiares a aceptar y asumir la enfermedad de sus seres queridos. Es una tarea difícil que requiere grandes dosis de sensibilidad y no todos los médicos saben cómo hacerlo. A falta de centros públicos especializados, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer cumple una función indispensable para los enfermos y sus familiares. Cada día tienen actividades desde las 09:00 hasta las 13:00 horas, un tiempo en el que los enfermos pueden estar allí, bien atendidos y, si hay suerte, con el pincel en la mano en el taller de pintura.

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