La Consejería de Educación del Gobierno canario destina 84.590 euros en concepto de material escolar para los centros de Lanzarote

Un año más el comienzo del curso escolar viene marcado por las críticas de los padres ante los elevados costes que sus familias tienen que soportar en concepto de uniformes, transporte, comedores y todo tipo de ...

13 de septiembre de 2005 (20:52 CET)

Un año más el comienzo del curso escolar viene marcado por las críticas de los padres ante los elevados costes que sus familias tienen que soportar en concepto de uniformes, transporte, comedores y todo tipo de materiales educativos. En Lanzarote el transporte escolar es gratuito y los comedores tienen subvención pública.

El problema de siempre, que concentra las quejas de todos los colectivos, son los desorbitados precios de los libros de texto, que además no se pueden utilizar de un año para otro, a pesar de que la ley exige que el libro no se cambie durante cuatro cursos consecutivos. Pero en la práctica la picaresca está a la orden del día y muchos libros escolares, especialmente los de los más pequeños, son libros en los que se escribe porque se trabaja sobre ellos y es muy difícil que sean reutilizados. A veces las editoriales cambian las tapas, pero el contenido del libro sigue siendo prácticamente el mismo.

La Administración: "medidas de compensación de desigualdades"

Rafael Juan González Rovaina, director general de Promoción Educativa, explicó en una entrevista concedida a LA VOZ, en qué consiste actualmente la política seguida en la Consejería de Educación en materia de "enseñanza obligatoria para la adquisición de libros y material escolar". En estos momentos la Consejería trabaja en la Ley de Compensación de Desigualdades, que ya está plasmada en un borrador. "Nuestro objetivo no es establecer una medida generalizada de gratuidad de libros, sino una medida de compensación de desigualdades: si a los ricos les damos los libros gratis no se compensa absolutamente nada", dijo.

Actualmente, cada alumno recibe ayudas en función del nivel de renta, y a veces las ayudas se convierten en la utilización gratuita de libros y material escolar. Para ello la Consejería, desde el año 2001 hasta el 2006, ha invertido un total de 7 millones de euros.

Este dinero se libra a los centros escolares y concretamente este curso escolar se ha destinado 1.565.000 euros para atender a unos 20.000 alumnos de todas las islas. De este dinero, a Lanzarote le ha correspondido 84.590 euros en concepto de material escolar, lo que supone una cantidad de entre 80 y 160 euros para cada alumno. González Rovaina asegura que hasta el momento han atendido a todos los centros que les han solicitado ayuda: un 80 % de los centros de Canarias.

Stock de libros

Explicó que "los libros se ceden a los alumnos en calidad de préstamo, los centros deben ir haciendo desde el 2001 un stock de libros porque muchos se pueden reutilizar". Esto quiere decir que la medida no es anual, sino que se va acumulando y cada centro tendrá un remanente de libros.

El Consejo escolar de cada centro es el encargado de gestionar ese dinero, que recibe directamente del Gobierno canario. Esta ayuda se reparte en función del nivel de renta de las familias, pero a los padres no se les entrega directamente el dinero, sino que se adjudica a cada niño los libros o el material escolar que necesiten.

Los libreros: "gratuidad, pero bien gestionada"

En este tema casi todo el mundo parece estar de acuerdo. Manuel Barón, director comercial de la librería Babón, en Las Palmas de Gran Canaria, explicó a este diario que, en su opinión, la gratuidad estaría bien siempre que estuviese bien gestionada, y que debería estar regulada del mismo modo que lo está el sector farmacéutico, para evitar el intrusismo. "Si las grandes superficies pudieran vender aspirinas, los farmacéuticos protestarían", dijo. Los pequeños libreros son los que menos ganan en esta cadena de distribución, los que tienen un margen menor de beneficio porque no hacen las grandes compras que hacen los grandes almacenes. Además, añadió, "tenemos un coste mayor de personal, arriesgamos más y ganamos menos".

Afirmó que "ese descuento que hacen los grandes almacenes es prácticamente nuestro margen de beneficio; las editoriales nos dan un precio, pero los precios máximos están fijados por ley, nosotros podemos bajar sobre los márgenes de beneficio que tenemos y que son muy pequeños". Asegura que en su tienda también tienen papelería y material de oficina, y que los beneficios de los libros de texto están muy por debajo de los que produce cualquier otro artículo.

Los estudiantes: "gratuidad generalizada"

Los estudiantes también apuestan por la gratuidad generalizada de los libros de texto en la enseñanza obligatoria. La Unión de Estudiantes de Canarias (UDECA) trabajó en el anteproyecto de la LOE y desde un principio incluyeron entre sus propuestas la gratuidad de los libros de texto. Alberto Álvarez, presidente de UDECA, afirmó en una entrevista concedida ayer a este diario, que en marzo se publicó el borrador de la nueva ley y se había suprimido ese artículo.

"Este curso los libros de texto son más caros que al año pasado, el coste de los libros de texto el año pasado estaba 6 puntos por debajo del coste de vida y este año está a 2 puntos; si la gratuidad no puede ser asumida en su totalidad por el Ministerio, que sea el Gobierno canario quien asuma el resto", dijo. Reconoció que es una meta difícil pero ponen como ejemplo a las administraciones de la isla La Gomera y de otras comunidades como La Rioja o Asturias, que se hacen cargo de la totalidad de estos costes.

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