La fe cristiana se fortalece con la celebración de la Navidad. El nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre, es la gran noticia para los creyentes. No obstante, todo el sentido de la Navidad se encarna en el significado mismo de la palabra: nacimiento de la vida para ti. Que así sea, promulga la Iglesia. ¿De qué sirve que Cristo haya nacido 2005 veces si no ha nacido ni una sola vez en el interior de tu corazón...?, es la reflexión que nos plantea la Diócesis de Canarias.
No al egoísmo
El creyente celebra con gozo, alegría y fe la llegada de la Navidad, aunque es tan contagiosa e irradiante de esperanza que muchos no creyentes también terminan celebrándola. La Iglesia admite que los fieles no están exentosde caer en las profundidades de la ola consumista que acompaña a las fiestas navideñas.
Antonio Perera, arcipreste de Lanzarote y párroco de San Ginés, dice que en el fondo siempre existe pena porque no sean más los creyentes partícipes de la celebración de la Navidad y porque la misma gente que está en torno a la Iglesia no se comprometa más con el sentido cristiano de la fiesta.
La Navidad, destaca, es una enorme oportunidad para que así como Dios comparte con nosotros su vida, nosotros compartamos la vida mutuamente. "El hombre de hoy no puede ser tremendamente egoísta, sino que debe abrir su corazón a los demás", anota el párroco, quien añora una sociedad en donde sean protagonistas la alegría, la paz y la concordia.
Reflexión de la Eucaristía
Tres puntos básicos forman parte de la homilía preparada para Navidad. El agradecimiento al Señor por la constante oportunidad para continuar el camino de salvación, el llamamiento al hombre a contagiarse de alegría y esperanza y el compromiso del creyente con el prójimo.
La Navidad es entendida como la época de la solidaridad, y no es casual que sea precisamente durante diciembre cuando las ONGs reciban mayor volumen de ayuda, pero la solidaridad es necesaria los 365 días del año. Tampoco es menos cierto que durante estos días las solicitudes de ayudas se incrementan en un porcentaje elevado.
Fortalecimiento de la fe
Desde el punto de vista de la fe, la sensibilidad también es mayor en época navideña, fruto, en parte, de la intensa campaña que hace la Iglesia. El periodo de Adviento prepara cuatro semanas antes la Navidad.
Está definido como unos días de oración y acercamiento a la palabra de Dios y además de arrepentimiento de los pecados. La estructura de la misa de Navidad es la misma que la de cualquier celebración eucarística.
Es decir, un momento de oración inicial, la lectura de la palabra, la homilía del sacerdote, la presentación y bendición del cuerpo y sangre de Cristo, la comunión y un momento de oración final.
Sin embargo, la celebración del nacimiento del Mesías, que se convierte en el júbilo de los fieles cristianos, generalmente es acompañada por un coro o una parranda. Y es que no es una fiesta cualquiera. La Navidad entraña todo el sentir del creyente y, aunque engendra alegría, es capazde producir también sentimientos de nostalgia.
Acercamiento de otras culturas
El que una persona profese otra religión y haga acto de presencia en la celebración de la Navidad es un síntoma de integración. La Iglesia comprende que hoy por hoy las culturas tienden a entrelazarse, y la religión, sea católica, islámica u otra, tiene mucho que decir en ese proceso de convivencia y pluralidad. "Católico significa eso: abierto al universo", señala el arcipreste de la Isla.
