"No tengo palabras de tanta felicidad de volver con mis nietos". Ésa ha sido una de las primeras frases que ha pronunciado Josefa Hernández este jueves cuando, en torno a las 5,30 horas, ha recobrado la libertad. Acompañada de dos de sus hijas y tratando de contener el llanto de alegría, la ‘abuela de Fuerteventura’ ha cruzado el umbral de la prisión de Tahíche entre aplausos, vítores y flores.
"¡Se nota, se siente, Josefa está presente!, ¡sí se puede, sí se puede!", gritaban emocionados los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que han acudido al centro penitenciario para recibirla con un ramo de flores y pertrechados con pancartas que rezaban "Josefa somos todas". Allí estaban también dos de los consejeros de Podemos en el Cabildo de Lanzarote y multitud de periodistas. Abrumada por la expectación, esta mujer de 63 años, que entró el pasado lunes en la cárcel por no haber derruido su vivienda en el Parque Rural de Betancuria, sólo tenía palabras de agradecimiento por el apoyo que ha recibido.
Así, ha querido "agradecerle a la prensa" –había media docena de cámaras de televisión y otros tantos reporteros gráficos y periodistas esperando su salida-, "a todos los partidos políticos" que le han brindado su apoyo, a la PAH y "a todo el mundo en general". "A Andrés, sobre todo", ha dicho Josefa en referencia a Andrés Briansó, el portavoz de Podemos en el Cabildo de Fuerteventura. Briansó ha sido uno de los políticos que más se ha volcado con Josefa, reivindicando desde que se conoció su caso una solución justa para la abuela majorera y, especialmente, una alternativa habitacional para ella y los cinco familiares que tiene a su cargo, con el fin de poder demoler su vivienda como había establecido la sentencia judicial.
"La verdad es que me han tratado súper bien, tanto el módulo de mujeres como los funcionarios. Me han estado apoyando, me han dado firmas de los presos de otros módulos…", ha explicado Josefa acerca de su estancia en prisión. Ahora deja atrás su paso por Tahíche y regresa a Fuerteventura. "Ahora me voy a mi casa, mi niña", ha respondido esbozando una sonrisa a una de las periodistas. El Gobierno de Canarias ofreció este miércoles poner a disposición de la familia una vivienda "provisional" de la empresa pública Visocan, que según ha confirmado más tarde Briansó "todavía no está disponible". "Con la presión mediática que hemos conseguido, lo están agilizando todo, así que puede que el lunes ya esté", ha señalado.
Justicia "gracias al pueblo"
La salida de la ‘abuela majorera’ de prisión ha sido posible gracias a una decisión de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que este jueves ha revocado el auto de la juez que le ordenaba ingresar en Tahíche. Con esa decisión, la Audiencia estimaba el recurso presentado por el abogado de Josefa, que fue respaldado por la Fiscalía. El Ministerio Fiscal había abogado ya en dos ocasiones por la suspensión de su condena.
La decisión de la Audiencia ha precipitado su salida, que no obstante se creía ya inminente, pues el propio presidente del Gobierno aseguró que este viernes se le concedería el indulto en el Consejo de Ministros. "A ver si es verdad", ha replicado entre risas a las preguntas de la prensa sobre esa medida de gracia. Cuando le han planteado si creía que con su puesta en libertad se había hecho justicia, Josefa ha sido contundente: "Sí, pero gracias al pueblo".
Mientras ella abandonaba la prisión, la campaña que inició su hija, Minerva Zerpa, en Change.org para solicitar su indulto rozaba ya las 128.000 firmas. Tras declarar que se ha puesto "muy alegre" cuando ha conocido la noticia de su puesta en libertad, con calma pero con prisa, se ha despedido: "se me escapa el barco y quiero ver a mis nietos". Después, ella y sus hijas han puesto rumbo a Fuerteventura, donde les esperan el resto de la familia, políticos, más vítores y más flores.