Prueben a decir en un restaurante que es usted celiaco. No sabrán qué comida servirles y, es probable, que no caigan en la cuenta de no manipular algún producto con gluten mientras preparan su almuerzo. Sin embargo, uno de cada cien niños que nacen tiene la enfermedad, y muchos de ellos nunca descubren que los vómitos, las diarreas, la anemia que padecen o simplemente unas manchas en la piel, son consecuencia de haber comido macarrones o haber rebozado los calamares en harina, es decir, haber tomado alimentos que contiene gluten.
El gluten para este tipo de personas es veneno. Para el resto es una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como el trigo, el centeno, la cebada y la avena y escondida en los conservantes de una multitud de productos manufacturados que plagan los supermercados, además de estar en los componentes de bastantes medicamentos.
["Lo único que comía un poquito era pan, y era lo que le estaba matando" ->12760]
La vida sin gluten
Para Luna, que tiene tres años, llevarse a la boca un trozo de pan de molde supone dañar su intestino, de tal manera, que si no mantiene una estricta dieta ausente de esta proteína, además de afecciones digestivas, podría sufrir la aparición de un linfoma intestinal. Ahora, sabe que es celiaca y no cata absolutamente nada ? recalcando "absolutamente" - , que pueda contener o haber estado en contacto con el gluten. En su casa tiene sus propios cubiertos y sus propias ollas donde su madre Mª Ángeles cocina un menú con productos naturales.
Mª Ángeles reconoce que a veces se siente angustiada, porque todavía es "demasiado pequeña". "Yo no puedo estar diciéndole a la profesora que esté pendiente por si un niño le ofrece una galleta". Tampoco puede llevar la niña a comedor, porque no ofrecen un menú para celiacos, a pesar de que Carlos Castellano Falcón, presidente de la Asociación de Padres deCeliacos de la Provincia de Las Palmas, ASOCEPA, asegura que el mes pasado salió una normativa que obliga a todos los colegios escolares a ofrecer este tipo de comidas.
La celiaquía anónima
En Canarias hay censados 1.500 celiacos y se estima que 17.500 estarían por descubrir. Pero quizá algunos nunca se diagnostiquen, ya que la enfermedad puede ser silente y muchas personas que la padecen no manifiestan síntomas. La detección de esta enfermedad en la infancia es lo más importante para mejorar su calidad de vida y evitar daños posteriores.
Jesús Manuel Fuentes tiene 30 años. Adelgazó 28 kilos en menos de dos. Le detectaron la enfermedad 19 años y por eso también desarrolló principio de colon irritable e intolerancia a la lactosa, por lo que fuera de su dieta ha quedado descartado también cualquier derivado de la leche.
"Si se ha tardado algún tiempo en diagnosticar esa afección en el intestino, éste se daña, pero puede volver a recuperarlo, en cuanto lleve una dieta estricta sin gluten, aunque es más rápido en los niños", aclara el presidente de la Asociación, cuyo objetivo además de asesorar a las personas con esta enfermedad, está en dar a conocer esta afección, especialmente a los centros educativos, las empresas de restauración y el personal sanitario. Por este motivo el pasado día 8 de junio organizaron una jornada informativa en el Hospital General de Lanzarote.
[ "Con un año, pesaba seis kilos, había dejado de crecer y se le caía el pelo" ->12761]
Un día en el supermercado
Desde hace dos años, una normativa europea obliga al fabricante a especificar la composición de los productos y señalarlo claramente en caso de que contenga gluten. "Pero esto no se ha llevado a la realidad. Las contaminaciones cruzadas que se hayan podido producir no están reflejadas en la etiqueta", alerta Carlos Castellano, que ante la duda aconseja"no comer cuando se desconozca la composición".
Esto significa que la mayoría de los productos que encontramos en un supermercado, más aún de las cadenas que hay en Lanzarote, no estarán nunca en la cesta de un celiaco, que para comprar productos sin gluten tiene que acudir a las tiendas especializadas donde el presupuesto aumenta considerablemente o comprarlos fuera de la isla. Jesús cada vez que viaja a la península costea un plus de equipaje para traerse todo tipo de alimentos sin gluten.
"En otros países reconocen esta enfermedad porque el tratamiento, se lo costea el paciente", destaca Carlos Castellano. "Falta mucho por hacer, en cuanto a información, etiquetado y ayuda públicas. En casi todos los países europeos la enfermedad está reconocida y los celiacos reciben ayuda, menos en España", lamenta el presidente de la Asociación.
[ENTREVISTA AL DOCTOR LUIS ORTIGOSA: "Debemos ir a buscar celiacos"->12762]