Fotos: Sergio Betancort
El municipio norteño de Haría ha vivido siempre la noche de San Juan de una manera muy especial convirtiéndose cada vez más en un reclamo marcado por la tradición de las hogueras y la quema de Facundo. A esta tradición se le unió desde hace 25 años los componentes danzantes de los Diablos de Haría.
Con la puesta de sol, comenzaron a llegar a la plaza de y al rededores los más madrugadores, vecinos y visitantes ocupando la primera línea para no perderse el más mínimo detalle del encendido de la hoguera. La quema de Facundo y el ritual que junto a la misma llevan a cabo el colectivo cultural de Los Diablos de Haría con sus espectaculares danzas con las que cada año sorprenden a los residentes y foráneos que no dejan de disparar sus cámaras para inmortalizar cada uno de sus movimientos. Un ritual que llega a su punto cumbre con el impresionante castillo de fuegos artificiales que hacen aun mucho más mágica la noche en el Valle de las mil Palmeras. La fiesta continua hasta el amanecer con los ritmos más actuales de las orquestas que dan rienda suelta para que todos disfruten de una noche y que solo en Haría se vive diferente.
Los Diablos de Haría cumplen 25 años
Todo comenzó en el año 1.994 y ya son "25 años", cuando dos personas residentes del municipio decidieron organizar algo diferente y llamativo para las fiestas de San Juan. Con la creatividad y la diversión como elementos principales, pusieron en marcha una iniciativa que con el paso de los años se ha convertido en una seña de identidad para Haría. Así surge la idea de convertir la víspera de San Juan en una noche mágica donde el fuego y la creación de los Diablos de Haría se unen para realzar los valores propios de esa celebración.
Estas dos personas querían que el grupo estuviera formado por residentes en el municipio, por lo que comenzaron a proponer su idea entre los jóvenes de cada pueblo. Finalmente, formaron un grupo de doce componentes. Una vez formado el grupo, comenzaron a definir su estética. Sus fundadores definieron y diseñaron las careta, que son únicas en su creación, puesto que se destruye el molde una vez realizadas. Esta decisión fue tomada bajo criterio de mantener la exclusividad y originalidad del diseño. Por otro lado, las mujeres del grupo se encargaron de diseñar y confeccionar la vestimenta de cada uno de los componentes. Aunque la iniciativa y organización de los Diablos partió del grupo, el Ayuntamiento de Haría colabora con el material necesario para le realización del espectáculo.
En su inicio, la quema de Facundo acontecía en la explanada frente al Taller de Artesanía, acto que tiene su historia antes de la creación de los Diablos, por lo que nadie esperaba que al apagar las luces para iniciar la quema aparecieran unos diablos con antorchas de fuego, con el sonido de los cencerros y con unas caretas y vestimenta que causaban expectación y misterio entre todos los asistentes. Veinticinco años dan para mucho. Unos han salido y otros han entrado, pero siempre se ha mantenido la historia inicial de los Diablos de Haría. Tanto es así, que se ha mantenido el diseño original de la vestimenta y de las caretas. Continúa la ilusión por aparecer cada año y, sobre todo, la ilusión de las personas que durante años han crecido viendo una noche de San Juan con los Diablos de Haría.