El folclore de Lanzarote y de toda Canarias se encuentra este martes de luto. Nos ha dejado Pedro Luzardo Perera, conocido por todos como "Perico", una de las voces más auténticas y queridas del patrimonio musical de nuestra tierra. Nacido en el pueblo de San Bartolomé, "cuna del folclore lanzaroteño", Pedro creció escuchando el eco de las folías, las isas, las seguidillas, las malagueñas y el "Sorondongo", que no tardaría en convertir en parte esencial de su vida y de la memoria colectiva del pueblo.
Desde muy joven formó parte del cuerpo de baile de la querida y siempre recordada Agrupación Folclórica Ajei, bajo la dirección de don José María Gil, donde se empapó del rigor y la elegancia de las coreografías tradicionales. Tras la desaparición de Ajei, en los años 60, su camino lo condujo a la que sería su gran familia artística: la Agrupación Folclórica Los Campesinos, presidida entonces por el maestro Juan Brito Martín. Allí, Pedro se integró en el cuerpo de toque, destacando especialmente por su dominio de la mandolina, instrumento que supo acariciar con una agilidad y sentimiento difíciles de igualar.
Pero si algo lo convirtió en leyenda fue su voz: sencilla, natural, sin artificios. La misma voz que dio vida a innumerables piezas tradicionales, pero que alcanzaba su máxima expresión con el 'Sorondongo', una interpretación que Pedro hizo suya y que, para muchos, nadie ha sabido igualar. Ese timbre tan característico, ese forma única de sentir la música, lo convirtieron en referente y en símbolo de autenticidad dentro del folclore canario.
Premio Ajey en 2021
A lo largo de su vida, Pedro Luzardo fue distinguido por su entrega y compromiso con la cultura popular. En 2021 recibió el "Premio Ajei", otorgado por el Ayuntamiento de San Bartolomé, en reconocimiento a toda una trayectoria dedicada a mantener viva la llama del folclore insular. Unos años antes, en 2016, fue homenajeado por su propia agrupación. Los Campesinos, en un emotivo espectáculo titulado precisamente 'Sorondongo', celebrado en el Teatro Municipal de San Bartolomé. Aquella noche, el teatro se llenó de familiares, compañeros, amigos y vecinos, todos reunidos para celebrar su legado en vida. Como no podía ser de otra forma, fue él quien puso el broche final, regalando al público su última interpretación del 'Sorondongo', dejando una huella imborrable en los corazones de quienes lo escucharon.
Pedro Luzardo Perera (Perico), fue mucho más que un músico o un folclorista. Fue guardián de una tradición, transmisor de una herencia cultural que hoy sigue viva gracias, en gran parte, a su labor. Supo llevar el nombre de Lanzarote y Canarias a los más alto del mástil de la cultura popular, siempre con humildad, dedicación y un amor profundo por sus raíces.
Este miércoles a las 12 del mediodía, tendrá lugar el sepelio desde el velatorio de San Bartolomé hacía la iglesia del pueblo, para luego ser trasladado al cementerio de San Bartolomé. Sin duda, será despedido como merece: rodeado del afecto de su pueblo y con el respeto de todos aquellos que valoran y aman nuestro folclore.
Hoy se apaga una voz, pero nace una leyenda. Pedro Luzardo Perera (Perico), seguirá cantando en cada 'Sorondongo', en cada acorde de mandolina, en cada baile que evoque nuestras raíces. Descanse en Paz.
