"Al principio, la gente venía a vernos porque los actores eran ciegos. Ahora, vienen porque hemos demostrado que somos un grupo de teatro serio y trabajador"

Ensayo sobre la ceguera

Señoras y señores, con ustedes? ¡Antígona Teatro!Esta compañía lleva dieciocho años subida a los escenarios. Han recorrido los teatros de todo el archipiélago, han ...

17 de noviembre de 2006 (08:08 CET)
Ensayo sobre la ceguera
Ensayo sobre la ceguera

Señoras y señores, con ustedes? ¡Antígona Teatro!

Esta compañía lleva dieciocho años subida a los escenarios. Han recorrido los teatros de todo el archipiélago, han salido de gira por la península, e incluso han participado en festivales en el extranjero. El trabajo y la voluntad les caracteriza, y en su repertorio entran obras de todos los géneros y autores. La última, "Un paraguas bajo la lluvia", de Víctor Ruiz Iriarte, cuenta la historia de cuatro generaciones de mujeres enfrentadas a un destino común. Una historia llena de humor e ironía.

Pero Antígona Teatro cuenta con una peculiaridad: la mayor parte de sus actores son invidentes. "Cuando yo perdí la vista y me hablaron de este grupo, a mí me dio la risa, ¡no me imaginaba a un ciego encima de un escenario! Pero me llamo la atención, fui y me encantó". Es la historia de Carmen. Su ceguera comenzó de forma progresiva hace ya nueve años. "En el grupo me encontré con personas ciegas, alegres, que trabajaban, y me di cuenta de que el mundo no se acababa".

Como ella, otras dos personas ciegas forman parte del elenco de actores, además de otras dos con una ceguera del 90 por ciento. Al frente de Antígona Teatro se encuentra Antonia, quien habla con cariño y devoción de un grupo por el que apostó frente cuando "nadie daba dos duros por nosotros", tal y como explica la directora. "Y mira ahora, se trata de un grupo consolidado, con todas las dificultades de no ser profesionales, porque los actores tienen sus trabajos aparte: unos son vendedores del cupón, otros telefonistas, fisioterapeutas?".

Dentro del grupo se integran tres personas videntes. "No es lo mismo que un grupo normal, porque tienes que estar más atento", explica Ramón, un joven de 25 años, vidente, que hace tres decidió entrar a formar parte de esta gran familia. "En un primer momento, uno se extraña de que gente ciega pueda hacer teatro, pero es muy gratificante". "Yo recuerdo que al principio, cuando empezamos, la gente venía a vernos porque los actores eran ciegos", cuenta Antonia. "Yo he sufrido en mis propias carnes comentarios como 'Ay, vamos a ver qué hacen estos cieguitos', pero con el tiempo nos hemos convertido en una compañía más, y si nos tienen que patear, criticar o alabar, pues lo hacen". Así, Antígona Teatro ha pasado de considerarse un grupo de personas ciegas, para ser un grupo de teatro

¿Cómo se desenvuelve una persona invidente en el escenario?

"Siempre hay pequeños trucos", añade Ramón. Trucos como utilizar un abanico para marcar los movimientos, "porque ellos, por ejemplo, no son conscientes de los cambios de luz", sonidos de pasos o suspiros que ayudan a los actores a moverse en el escenario. "La movilidad para una persona ciega es fundamental", explica Carmen. La expresión corporal, es otra de las bazas pendientes. Para un ciego de nacimiento, resulta difícil expresar cierto tipo de emociones, y trasmitírselas al público. Los actores de Antígona trabajan mucho con el tacto. Una de las técnicas se basa en reconocer expresiones en el rostro de los compañeros a través de las manos. "A veces les resulta complicado reconocer lo que para nosotros es evidente sólo con mirar", concluye Antonia.

La sensación de estar encima de un escenario es intensa. "Yo siento miedo, miedo a caerme", explica Carmen. "Por lo demás, nada, porque yo al perder la vista perdí la vergüenza", añade entre risas. La inseguridad es uno de los obstáculos más fuertes para estos actores. Para evitarlo, estudian concienzudamente cada escenario antes de debutar en él. "Tenemos que conocer todo a fondo: saber por donde tenemos que entrar, por donde tenemos que salir, contar los pasos que hay en el escenario?", explica Carmen. Cuando llegan los aplausos, las inseguridades se desvanecen. "Cada representación es como tirarse de un avión en paracaídas, sin saber si se abrirá o no", exclama Antonia. "Pero luego llega el final y ves que todo ha salido bien y el público está contento". Y es que, según dicen, los aplausos son el alimento de los actores.

Movimiento teatral en la ONCE

Según la ONCE, las agrupaciones artísticas de música y teatro integradas dentro de la organización son "grupos estables de personas, que tienen como fin favorecer el desarrollo artístico, convivencial y la integración de los participantes". Actualmente, existen 25 agrupaciones escénicas en todo el territorio español, que representan más de doscientas funciones de teatro cada año. En total, puestas en escena que llegan a 20.000 espectadores. Estas cifras hablan por sí solas. El movimiento teatral dentro de la ONCE es fuerte y organizado. Cada año, una Comisión Técnica evalúa el nivel de las agrupaciones, dividiéndolas en dos categorías, dependiendo del nivel de consolidación y de la calidad artística. Ahora, de la mano de Antígona Teatro, una agrupación de Las Palmas, llega a los teatros de Teguise, Tías y San Bartolomé "Un paraguas bajo la lluvia", de Víctor Ruíz Iriarte.

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