EL PREGONERO ESTUVO ACOMPAÑADO DEL ALCALDE EN EL ESCENARIO

El pregón de Luis Víctor Parrilla inauguró las fiestas de Mácher

El pregonero, que ha ejecido como docente durante casi tres décadas en Tías, recordó épocas pasadas que evocaron otros tiempos a los asistentes... Vea la galería de imágenes

28 de junio de 2016 (14:27 CET)
El pregón de Luis Víctor Parrilla inauguró las fiestas de Mácher
El pregón de Luis Víctor Parrilla inauguró las fiestas de Mácher

FOTOS: Sergio Betancort.

 

Los vecinos del pueblo de Mácher iniciaron las fiestas en honor a San Pedro con la lectura del pregón a cargo del vecino Luis Víctor Parrilla Medina. Fue a las 21.00 horas de este lunes en el Centro Socio Cultural Guardilama de Mácher. El pregonero estuvo acompañado por el alcalde del municipio de Tías, José Francisco Hernández, y ambos compartieron la mesa presidencial. Parrilla se sintió muy arropado por sus familiares, vecinos, amigos y compañeros de la docencia. Y es que Luis Víctor ejerció como maestro durante más de tres décadas, comenzando su carrera en Gran Canaria, trasladándose después a Fuerteventura y finalmente permaneciendo durante 26 cursos en el CEIP Alcalde Rafael Cedrés de Tías, hasta su jubilación en el curso 2014-15.

El pregonero fue desglosando poco a poco algunos de los episodios de su vida, cómo fueron transcurriendo aquellos años de un pueblo de Mácher totalmente diferente al de hoy en día. Luis Víctor Parrilla relató en su exposición cómo a pesar de la separación que existía entre una casa y otra los vecinos siempre estaban disponibles el uno para el otro, dispuestos para sacar adelante cualquier problema que se presentara a sus convecinos.

Otro de los recuerdos que compartió fueron sus meriendas por las tardes, bien en casa de un familiar o de un amigo, cómo saboreaba aquellas ricas natillas que ponían en un balde que a su vez introducían en el aljibe, hasta tocar con el agua, para mantenerlas frescas. Sobre los habitantes de Mácher dijo que siempre han tenido muchas cosas en común, como la religión, la cultura del trabajo y la diversión. 

También destacó Luis Víctor Parrilla la implicación de los habitantes en los cultos religiosos, como el participar de la misa, las novenas de mayo en honor a la Virgen con sus altares llenos de flores, velas y los versos de las niñas, las tradiciones de Noche Buena, cuando se trasladaban hasta Tías para participar en la Misa del Gallo y disfrutar de los cantos con el Rancho de Pascuas.

En cuanto a lo cultural y lúdico, el pregonero resaltó la importancia que tiene la afición al teatro, estando muy presente cuando llegan las fiestas de San Pedro, convirtiéndose en uno de los números más esperados y a los que el público acude desde muchos puntos de la isla. Lo mismo ocurre con la celebración del asadero tradicional, al que se invita a todo aquel que se acerque a degustar desde las jareas asadas a la repostería casera, a los que se le unen los licores como las mistelas y otros sabores, sin faltar los ricos caldos de la zona. Algo que también se ha perdido con el paso del tiempo son aquellas peonadas que se hacían, donde participaban todos los miembros de la familia a los que también se unían vecinos y amigos a la hora de arrancar la sementera. Algo muy habitual era el prestarse un burro o camello para el traslado de dicha sementera hasta la era, para luego llevar a cabo la faena de la trilla. 

Luis Víctor Parrilla consiguió con su pregón hacer revivir en los presentes otras etapas de sus vidas que hoy se evocan con cierta nostalgia. Finalizada la lectura del pregón, el público, muy entusiasmado, le brindó una calurosa ovación, acto seguido el alcalde José Francisco Hernández le hizo entrega de una cerámica como recuerdo del acto. 

Para completar la noche, también la música estuvo presente, con un trío muy joven formado por el timplista Rayco Hernández, acompañado a la guitarra por Adrián Pérez y la solista Sara Bermúdez, que posee unas dotes musicales que le permiten interpretar cualquier género que se precie, ya que su melosa voz se acomoda con facilidad tanto a la canción canaria como a la latinoamericana. Como es habitual en el pueblo de Mácher, las vecinas habían preparado la rica repostería tradicional, que compartieron con todos los asistentes, que disfrutaron de los dulces entusiasmados mientras los regaban con los licores caseros.

LO MAS LEÍDO