El párroco de San Bartolomé, Rafael Tejera, ha denunciado que la Iglesia se está "deteriorando" ocho años después de su restauración. Y es que, según afirma, cada vez que llueve "entra agua por el techo". "Y esta vez ya a caño abierto", afirma el cura en referencia a las lluvias caídas este jueves
"Hay grietas y este año ha llovido sobre el altar, que menos mal que dio la casualidad que había puesto un plástico", ha señalado el párroco de San Bartolomé, apuntando que "se veía el agua corriendo por la pared". "Entraba por todos lados y está haciendo daño, porque la madera se pudre. Y tuve que retirar todos los cuadros del Vía Crucis, porque si no se iba a estropear todo", ha añadido.
Precisamente, la Iglesia de San Bartolomé cerró sus puertas en marzo de 2004 por problemas de derrumbe en la techumbre y reabrió en diciembre de 2010 tras una restauración que contó con la participación del Gobierno de Canarias, Cabildo de Lanzarote, Ayuntamiento de San Bartolomé, Obispado de Canarias, quienes aportaron en total 1,1 millón de euros, y las colaboraciones de los vecinos.
Los trabajos de mayor envergadura se realizaron en techos, barnizados, encalados y pisos, aunque también se aprovechó para canalizar el alumbrado y el equipo de sonido y para restaurar altares, retablos e incorporar un nuevo Vía Crucis realizado artesanalmente por el pintor lanzaroteño Santiago Alemán Valls.
Escrito a Patrimonio hace un año "sin respuesta"
El párroco de San Bartolomé afirma que el año pasado presentó un escrito en Patrimonio del Cabildo solicitando permiso para la limpieza y acondicionamiento del tejado, pero asegura que no recibió respuesta. "Y después fui a preguntar y me dijeron que sin un perito no se podía hacer nada", apunta Rafael Tejera, que dice que también solicitó "por escrito" esta respuesta y que no le dieron "nada".
"Ya no sé a quién tengo que acudir, volveré con fotos y demás al Cabildo, porque esto no es presentable. Del año pasado a este el deterioro ha sido mayor", apunta el párroco de San Bartolomé, que se pregunta que si todo el dinero que se invirtió "se va a tirar a la basura y entonces adiós a la Iglesia otra vez".