El Obispado de Canarias ha asegurado que la empresa que le compró las casas de Argana Alta, cuyos vecinos están siendo desahuciados, se comprometió a realojar a las familias que ocupaban dos de las viviendas. "Se nos ha hecho saber que la empresa compradora sigue dispuesta a atender los compromisos adquiridos", han señalado desde el Obispado en un escueto comunicado. Sin embargo, aunque La Voz ha contactado después con su gabinete de prensa, no han confirmado si se han producido nuevas conversaciones entre la Iglesia y la empresa para dar una solución a estos vecinos, ni tampoco si ese compromiso se plasmó por escrito.
El Obispado de Canarias se ha limitado a decir en una nota de prensa que la Iglesia compró en 1953 una parcela de 10.500 metros en Argana Alta. "Dadas las dificultades en las que vivían muchas familias en aquel momento, la Iglesia decidió construir unas viviendas que sirvieran de ayuda provisional a dichas familias, pudiendo vivir en ellas hasta que su situación de dificultad se resolviera", ha explicado.
En 2005, "con el fin de atender necesidades pastorales en Lanzarote, se vio en la necesidad de vender la parcela en la que estaban ubicadas seis viviendas", ha justificado el Obispado, que ha insistido en que el comprador se comprometió a realojar a las familias que ocupaban dos de aquellas casas en otras viviendas "en precario", es decir, mientras viviesen.
Desde el Obispado de Canarias no han querido dar más explicaciones sobre este asunto, aunque sí que han señalado que la Iglesia llegó a "perder" dinero en esta venta, ya que se rebajó la cantidad para "facilitar" al comprador el realojo de estas familias.
Los desahucios
El pasado viernes, miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y vecinos de Arrecife consiguieron paralizar el desahucio de Luis Manuel Torres Guillén, de 56 años. La comisión judicial decidió suspender de manera provisional el desalojo al no poder garantizar la seguridad de los que estaban en la zona, por no contar con una ambulancia. Además, el afectado sufrió "taquicardias, al estar viviendo ese momento", según explicó el ex presidente de la Asociación de Vecinos de Argana, Andrés Medina.
El próximo desahucio, el del matrimonio formado por Sinforiano Lemes, de 90 años, y Pilar Callero, de 87 años, está previsto para el 23 de mayo. En 2013, ya fueron desahuciadas de sus casas dos familias y las viviendas fueron derribadas.
