César dejó Lanzarote el 25 de septiembre de 1992, pero está claro que su legado está más vivo que nunca en una isla que lo recordó en el 16º aniversario de su fallecimiento.
La tradicional ofrenda floral en la tumba del artista, situada en el cementerio de Haría, volvió a repetirse un año más con la presencia de diversas autoridades del Cabildo como la presidenta Manuela Armas y el consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) Carlos Espino, así como el alcalde de Haría José Torres Stinga entre otras autoridades.
"César tenía un gran poder ante la corrupción urbanística. Seguramente habría sido un buen aliado a nuestro lado", declaró la presidenta del Cabildo, que destacó la gran aportación del artista arquitecto a la Isla.
Durante la ofrenda floral también se leyó el manifiesto "Lanzarote se está muriendo", que escribió el propio César Manrique en defensa de una Isla a la que dedicó su trabajo artístico. Juan Manuel de La Nuez, trabajador de uno de los Centros de Cultura y Turismo, fue el encargado de la lectura del texto que fue aplaudido por todos los presentes.
En la misma ceremonia la ex alumna de Manrique Bettina Bork, natural de Alemania, leyó una breve carta de agradecimiento y recuerdo del artista, con el que compartió sus últimos seis años de vida (1986-1992). "Nos enseñó una visión diferente de la Isla", declaró la ex alumna, que ahora regenta el centro [Arte de Obra->http://www.artedeobra.com] de Haría con el lema "Trabajamos en el estilo del Maestro".
La enorme palmera y el cactus que adornan la tumba del genio conejero volvieron a llenarse de las numerosas flores que amigos y vecinos depositaron, en un acto que estuvo también acompañado por varias canciones que algunos de los vecinos dedicaron al artista.
