El hotel Secrets Lanzarote, perteneciente a la cadena Hesperia, ha salido al paso de la denuncia realizada por un grupo de estudiantes extranjeros en prácticas y por Comisiones Obreras y ha negado haberse desentendido de estos jóvenes tras decretarse el estado de alarma. "No mostraron ninguna voluntad de regresar a su país", aseguran desde el hotel.
Así, aunque los afectados sostienen que no han podido volver a Guatemala por el cierre de fronteras y acusan al hotel de haberles dejado en la calle, sin darles ningún tipo de ayuda, y de haberles dado un trato "inhumano", la propiedad sostiene que hizo "todo lo que tenía que hacer" y que cumplió "su responsabilidad como empresa", haciendo gestiones con la Embajada, como responsable de las repatriaciones en estos casos.
Según la versión que han trasladado a La Voz desde el hotel, en total había 22 estudiantes en prácticas y 14 volvieron a su país, pero ocho "decidieron quedarse". "A pesar de que Hesperia hizo todo lo que estaba en su mano para facilitarles el contacto con la Embajada para organizar su regreso, ellos ignoraron estas gestiones", señalan.
"Ninguna obligación legal ni laboral"
Por su parte, desde Comisiones Obreras niegan esta versión y afirman que han pedido a la empresa que aporte "pruebas" de que realmente se les ofreció un vuelo para regresar a su país. Además, aseguran que tienen correos electrónicos que la Universidad de Guatemala envió al hotel, "pidiéndole que no dejara desamparados a esos estudiantes en la calle", ya que se alojaban en el hotel en virtud del convenio de prácticas, que establecía que recibirían alojamiento y comida, junto a una remuneración de 200 euros mensuales.
Respecto a los estudiantes que sí llegaron a regresar a su país, CCOO apunta que algunos se marcharon porque ya habían terminado el periodo de formación y tenían reservados sus vuelos antes de que se decretara el estado de alarma y de que se cerraran las fronteras. Sin embargo, desde el hotel insisten en que todos podrían haberse marchado, aunque no han precisado en qué condiciones, ya que insisten en que eso depende de la Embajada de su país.
Además, subrayan que tras el cierre del hotel se les permitió quedarse en las instalaciones durante dos semanas, hasta finales de marzo, "en un gesto de absoluta buena voluntad". Y es que alegan que en ese momento no tenían "ninguna obligación legal ni laboral" con estos estudiantes, ya que su contrato "se extinguió" al cesar la actividad del hotel con el estado de alarma.
Niega que les dijeran que podrían quedarse
La propiedad también niega haberles dicho inicialmente que podrían quedarse en el establecimiento, como sostienen estos jóvenes, y aseguran que desde el principio se les informó de que debían organizar su regreso. Por eso, defienden que tras darles dos semanas de margen, les indicaron que debían abandonar el hotel.
Además, aseguran que desde entonces no habían vuelto a tener noticias de ellos, por lo que afirman que les ha sorprendido que este lunes hayan hecho pública esta denuncia. En este caso, la versión vuelve a chocar con la de Comisiones Obreras, que sostiene que en los últimos días sí ha estado en contacto con la dirección del hotel para abordar este asunto, después de haber tenido conocimiento de la situación recientemente, a través de sus representantes sindicales.
Desde CCOO también señalan que la empresa ya les dio esta misma versión, sobre que la decisión de quedarse fue voluntaria, pero insisten en que no les han aportado pruebas, y también en que las circunstancias de cada becario no eran las mismas. En el caso de los que continúan en la isla, afirman que se han mantenido gracias a la "solidaridad" de sus compañeros del hotel, que les han alojado en sus casas e incluso han hecho una colecta para recaudar dinero para que puedan mantenerse.