El Ayuntamiento de Arrecife ha encargado el mantenimiento del esqueleto de Rorcual Tropical instalado en el Charco de San Ginés a la empresa GEA, la misma que llevó a cabo los trabajos para su exposición hace justamente un año. Desde el Consistorio han apuntado que los huesos estaban sufriendo un "deterioro", por lo que "los expertos alertaron de la necesidad de tomar medidas inmediatas". Además, en el convenio para la instalación de este esqueleto se había establecido que habría un "servicio de vigilancia y restauración permanente" que revisara esta pieza al menos una vez al año.
"Según los técnicos, la estructura de hormigón y de acero inoxidable que dan soporte al esqueleto se encuentra en buen estado, aunque han apreciado una situación de deterioro en los huesos, debido a los excrementos de las numerosas palomas comunes y tórtolas que se avistan en la zona y que utilizan el esqueleto como posadero y zona de defecación", ha explicado el Ayuntamiento.
Con respecto a esto último, la concejal Ascensión Toledo ha recordado que el pasado mes de agosto Arrecife puso en marcha una "campaña de concienciación". "Instalamos cartelería en toda la zona recomendando a vecinos, turistas y usuarios del Charco que evitasen alimentar a estas aves para que no acudieran de forma masiva como lo estaban haciendo", ha señalado.
"Alerta" de los expertos
La ubicación de este esqueleto de Rorcual Tropical en las aguas del Charco de San Ginés, "fue considerado un hito en cuanto al valor patrimonial y natural que representa, fruto del acuerdo desinteresado entre la Reserva de Biosfera de Lanzarote, la CECAF y el Ayuntamiento de Arrecife", destacan desde el Consistorio. En este sentido, inciden en que la pieza, "de un enorme valor", cumplía una función "ante todo didáctica y educativa, pero al tener consideración de pieza museística, también una función cultural y patrimonial".
Por este motivo, ha subrayado la edil, "los expertos alertaron de la necesidad de tomarse medidas inmediatas, que no sólo pasan por la limpieza y adecentamiento de la estructura sino que había que impedir que se siguiera produciendo la errónea práctica de alimentar a estos animales".
La contratación de la empresa GEA para llevar a cabo estas tareas de mantenimiento responde al Convenio a tres bandas redactado en el momento de la instalación del esqueleto, señalan desde el Ayuntamiento, apuntando que ese documento hacía "referencia expresa a la necesidad de contratar un servicio de vigilancia y restauración permanente para esta pieza, que revisara al menos una vez al año su estado y limpiara y repara cualquier desperfecto encontrado".