El agua de Nazaret y Las Cabreras está contaminada con bacteria e-coli. La Dirección General de Salud Pública de Canarias ha confirmado que fue esta "contaminación fecal" la que motivó este martes la restricción de agua para consumo, cocina e higiene personal en estas localidades. La restricción se mantendrá "hasta que se verifique la situación sanitaria de las instalaciones y se compruebe el mantenimiento estable de la calidad del agua que se suministra".
La existencia de esta bacteria en el agua "supone un riesgo grave para la población expuesta y un incumplimiento del Anexo I del Real Decreto 140/2003", señala Salud Pública. Así, en mayúsculas, en su comunicado subraya que se trata de agua "no apta para consumo humano". Salud Pública no había remitido ningún comunicado al respecto hasta el momento, a pesar de que la medida se adoptó el martes. Este hecho ha levantado las críticas y la indignación de los vecinos.
La Dirección General señala en su nota que el control del agua depende del autocontrol que está obligado a realizar el propio gestor, que en este caso es Canal Gestión, de los análisis de control en el grifo del consumidor (que debe garantizar cada ayuntamiento) y de la vigilancia sanitaria, de la que se encarga Salud Pública. Fue en este último análisis en el que este martes se detectó la presencia de bacteria e-coli en el agua.
Confirmar "la ausencia de alteraciones"
Ante estos casos, Salud Pública indica que "el gestor tiene que comunicar de forma inmediata estas restricciones a la población, al municipio y a otros gestores afectados, en su caso", algo que Canal Gestión hizo este martes en torno a las 20.00 horas, a través de anuncios publicitarios en varios medios de comunicación.
Según ha indicado este miércoles el director del área de Salud en Lanzarote, José Brito, desde ese momento se ha "vaciado la red", "se han limpiado los tanques" y se han realizado nuevos análisis. Desde el momento de la restricción, "el gestor procederá a la adopción de todas las medidas necesarias para asegurar la restitución de los criterios sanitarios de las instalaciones del abastecimiento y de la calidad del agua", señala la Dirección General de Salud Pública.
"Una vez identificada la causa que originó la contaminación, adoptadas las medidas correctoras y tomadas las muestras de agua que confirmen la ausencia de alteraciones, el Área de Salud valorará el cierre de la situación de incumplimiento", reza el comunicado, que agrega que Salud Pública "puede realizar el seguimiento de las actuaciones del gestor, ordenar toma de muestras adicionales, valorar documentación acreditativa de las condiciones sanitarias que puedan estar relacionadas, así como cualquier otra que se considere oportuna para minimizar las consecuencias del episodio en la salud de la población y verificar que la restitución de suministro de agua se realiza con total garantía sanitaria".