Ana Serna Quesada se ha impuesto en el segundo certamen de microrrelatos de Radio Lanzarote. Con su cuento corto titulado "El Adagio" ha conseguido el primer premio, y disfrutará de un fin de semana en el Hotel Natura Palace de Playa Blanca.
El segundo premio se lo ha llevado el microrrelato "Espera", de José Luis Betancor, que podrá disfrutar de una comida o cena para dos personas en el restaurante La Masía de Teguise, en Costa Teguise. El tercer premio ha recaído en "Patapalo", de Rubén Gozalo, que recibirá dos entradas para el circuito del Spa Talasoterapia de Costa Calero.
Desde Radio Lanzarote se pondrán en contacto con los ganadores este martes para poderles hacer entrega de sus premios. El jurado ha tenido que elegir entre 150 microrrelatos, que debían tener menos de 100 palabras y girar en torno a los conceptos "Isla, verano y radio". Además de los tres primeros premios, también ha elegido a siete finalistas del certamen literario.
PRIMER PREMIO: El Adagio
Autora: Ana Serna Quesada
"Como cada noche antes de acostarse, Carmen encendió la radio. Con los años se había convertido en la única forma de conciliar el sueño.
El verano en la isla estaba resultando muy caluroso y en la estancia, el aire cálido y desprovisto de humedad dificultaba la posibilidad de descansar.
Comenzó a sonar un adagio y Carmen se durmió. Visualizó un camino que serpenteaba entre árboles y flores y por él se adentró.
Mientras Carmen caminaba hacia aquella luz donde la esperaban sus padres para abrazarla,cesó la música y se apagó la radio, pero Carmen ya no despertó".
SEGUNDO PREMIO: Espera
Autor: José Luis Betancor Rodríguez
"Es un día que abandona agosto, sobre el asfalto desliza el viento la sombra de la tarde de la isla, en la acera las últimas flores del árbol de fuego siguen esperando. El hombre cada domingo cierra la ventana, apaga la radio y trata de olvidar cuándo regresó. Nunca estuvo suficientemente cerca de nada".
TERCER PREMIO: Patapalo
Autor: Rubén Gozalo
"Desde que el verano pasado leí 'La isla del tesoro' un pirata me persigue. Está en todas partes. Debajo de mi cama, dentro del armario, detrás de las cortinas. Se ha convertido en mi sombra. Y lo peor es que no me deja en paz ni siquiera cuando estoy viendo la tele o escuchando la radio. A veces, me persigue y yo suelo correr por las calles para despistarlo. Hoy le he dado esquinazo. Sé que algún día tendré que hacerle frente. Algún día... Aunque doctora, ¿por qué se ríe así? ¿Y de dónde ha sacado ese parche?"
FINALISTAS
Título: Sinfonías de mi isla
Autora: Miriam Hernández Perdomo
"La primera vez que María escuchó aquella canción estaba junto al muchacho moreno que habría de ser su marido. Fue en una verbena de las fiestas de verano, las fiestas de aquel pueblo de casitas blancas que tanto adoraba.
Al otro lado del mar, con la nostalgia enredada en su melena blanca, volvió a escuchar esa melodía: el mismo aparato de radio, el mismo corazón, pero él ya no estaba. Se sirvió una copa de vino y bailó con sus recuerdos, acariciándolos en cada acorde".
Título: La vida sueño
Autor: David de la Merced
"Dios mío, estoy cayendo de verdad, voy a morir. Imposible pero cierto, la vecina de abajo me lo está confirmando con su mirada de sorpresa y terror mientras me ve caer al vacío. Creía que soñaba cuando me dijiste 'Salta'. Hace apenas un segundo estaba en el balcón esperando que salieses de la ducha. Escuchaba la radio con los ojos cerrados, medio dormido, saboreando nuestras vacaciones y mi mentolado afrodisíaco. Primer verano sin tu marido en la isla. Y ahora esto.¿Que saltase por qué, mi amor? Perdóname, creía que estaba soñando. Te quiero. Me estampo".
Título: El último viaje
Autor: Marcos Hernández Guillén
"Hablaba de forma amena con su hijo de aquel viaje que surcó la isla de Santorini y el posterior periplo por tierra helena. Tenía la sensación que aquello que relataba despertaba nulo interés en los oídos de su primogénito. ¡Maldita juventud! Qué pronto me han lanzado a la vejez sin poder remediarlo.
Aún se sentía con fuerza para seguir siendo un descubridor de nuevas aventuras viajeras. Lo deseaba en lo más profundo. Aún me queda mucho por delante. En aquellas cuatro paredes de la incomprensión de una residencia, escuchando la radio transcurrió su último verano".
Título: Sin título
Autor: Ignacio Pacheco Cabrero
"Estaba en la playa y, con un bostezo, me tragué todo el verano de golpe. De pronto sentí frío, pero por dentro ardía. La gente salió corriendo del agua y los que estaban fuera se taparon con las toallas. Desconcertado miré a la isla de en frente, allí seguía refulgiendo el sol sobre las blancas dunas de Corralejo. En un momento, quedé solo. La columna de coches parecía un gusano multicolor alejándose despacio. Como un trueno, me llegó el rumor de las radios encendidas buscando una explicación. El último en irse fue un niño que al pasar me dijo: ¡malo!"
Título: El taburete de mi abuela
Autora: Rebeca RqueR
"Lo hizo mi abuelo para que se sentaraen el patio.
La recuerdo allí cosiendo, mientras mis hermanos y yo jugábamos.
En verano regreso a la isla.
Algunas noches, me siento en el mismo patio. Allí decidí reparar el taburete.
Pasé muchas tardes estivales, sin más compañía que la radio, entre sudor y recuerdos, hasta que lo terminé.
Ahora está en el patio, justo donde ella se sentaba.
Encima puse una maceta con un rosal; ayer brotó una rosa amarilla.
¡Perfecto!
Al fin y al cabo, ese taburete siempre lo ocupó una flor".
Título: La señal
Autora: Camino (Syra Jiménez)
"En esta isla de viento, en la que toda creación es posible, el verano abre de nuevo su puerta a privilegiados espíritus viajeros. Clara, mujer madura y de férrea voluntad, contempla el amanecer mientras conduce. Se dirige a su puesto de trabajo. Hoy es el último día.
Lo sentimos. Nos vemos obligados a despedirla. Ya sabe, la crisis.
Ahoga un suspiro. Inicio del que intuye será un difícil camino laboral. Separada y con dos hijos en edad escolar. Sus ojos se llenan de lágrimas. Temblorosa sintoniza la radio emitiendo oportuno mensaje. Reconoce la voz. Interpreta la señal".
Título: El Golpito
Autora: Amanda Casas
"Lo mejor de aquel absurdo verano era cenar.
Cada noche observaba al camarero pero no se habían cruzado palabra.
La última noche en la isla, su padre tuvo la "genial" idea de ir a la presentación de un disco que había oído anunciar en la radio.
¡No vería por última vez al muchacho y encima tendría que soportar "música para viejos"!
Al verle sobre el escenario no se lo pudo creer, era él y parecía cantarle a ella: "Llegó el amor".
Compró su disco. Él se lo dedicó:
"Del camarero tímido a la cliente más guapa del hotel".