"El 70 por ciento de los ingresos de la mayoría de las clínicas dentales provienen de la venta presuntamente ilegal de prótesis", según ha manifestado la presidenta del Consejo General de Colegios de Protésicos dentales de España y del Colegio Profesional de Protésicos Dentales de Santa Cruz de Tenerife, María Eugenia Campoo, quien de nuevo ha denunciado que los odontólogos en toda España "se embolsan unos 2.000 millones de euros al año" en "la reventa de prótesis dentales".
Campoo asegura ?en una entrevista a ACN Press-que en la mayoría de las ocasiones los dentistas ofrecen solo a los pacientes la posibilidad de adquirir las prótesis dentales en la clínica. "Ni siquiera les ofrecen ir al taller del protésico con el que los odontólogos trabajan; sino que venden la prótesis en la misma consulta bajo el precio que el odontólogo estipule, que llega a ser hasta tres veces mayor que el que aplicaría el protésico dental", afirma.
Reconoce que este problema que surge entre los dos tipos de profesionales "es de siempre", pero -precisa- con la creación de la ley que regula las profesiones: la de odontólogo, la de protésico y la de higienista, se establecen perfectamente y se delimitan las atribuciones entre un profesional y otro. "Somos el único sanitario con este problema que, teniendo una profesión independiente y libre, no puede realizar su trabajo como le corresponde", apunta.
Campoo declara que los protésicos han insistido siempre y más ahora "en que la nuestra es una profesión independiente de los dentistas y en la que tenemos derecho a confeccionar una prótesis y venderla, siempre que tenga la receta médica del odontólogo".
Opina que en la actualidad se restringe un poco la competencia en el mercado "porque no se permite ni al protésico trabajar libremente, ni al paciente elegir al profesional sanitario que quiere que le atienda".
MEDIO MILLAR
Además de resaltar que en Canarias existen unos 500 protésicos dentales, de los que 150 están colegiados en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, la presidenta del Consejo General de Colegios de Protésicos dentales de España, subraya que el paciente debe conocer la figura de este profesional y exigir, cuando va a su odontólogo, la prescripción para comprar su prótesis en el laboratorio que quiera.
No obstante, admite que desde que el colegio de protésicos existe en Canarias y el paciente conoce la figura de este profesional, "exige cada vez más, tanto en el ambulatorio de la Seguridad Social como en las clínicas privadas, la receta para acudir después al protésico que quiera, comparar precios y calidades y comprar la prótesis".
"Eso ocurre desde hace un par de años, ya que el colegio está dando bastante tralla en este asunto y pedimos a la gente ?sobre todo a los mayores, que son los principales consumidores- que no se deje engañar", dice la presidenta del colegio de protésicos dentales, quien denuncia que los 'abuelos' cuando van al dentista, compran la prótesis que se les vende "y eso no es algo legal: la venta de un producto sanitario por parte de un médico".
En definitiva, Campoo expone que los protésicos intentan que, igual que la Seguridad Social puede recetar una bota ortopédica y el paciente acude a las ortopedias a que se la hagan, ocurra lo mismo con las prótesis dentales. "El paciente puede ir al laboratorio que quiera, pedir presupuesto y adquirir su prótesis. De esta manera le saldrá mucho más barata, se hará con los mismos materiales e incluso será de mejor calidad ya que no existen intermediarios" en la venta, añade.
SIN DENTADURAS
Recuerda que en su consulta se ha encontrado a personas que no pueden adquirir una dentadura postiza "debido a que en una clínica dental le piden mil euros, cuando realmente puede costar quinientos o cuatrocientos euros una buena prótesis. El resultado es que la persona se queda sin comer".
Recalca que esto lleva a que "el abuelito que tiene una pensión no contributiva o una pensión de viudedad -que apenas le llega para alimentarse- no tenga dinero para pagar la dentadura, que no es un artículo de lujo sino de primera necesidad".
Preguntada acerca de si se han producido reuniones entre protésicos y dentistas para alcanzar un acuerdo sobre este tema, asegura que sí han tenido lugar en su momento, pero no se ha logrado nada "ya que nosotros lo que exigimos y buscamos es vender nuestro trabajo al cliente tal y como establecen las normas".
Esa exigencia, explica Campoo, significa reducir considerablemente los ingresos de los odontólogos y "ése es el verdadero motivo por el que no quieren dar su brazo a torcer: el puramente económico".
Miriam Fernández/ACN
