Los pasos de peatones en el barrio de Titerroy están "mal ubicados, diseñados o señalizados" según ha denunciado la Asociación de Vecinos presidida por Ismael Montero, quien asegura que esto produce más riesgo de atropellos y colisiones entre vehículos. Por ello los definen como "auténticas trampas mortales" y reclaman una mejor iluminación para las horas nocturnas.
"La mayoría de los peatones y automovilistas no conocen o no aplican las normas que regulan el tema de los pasos de cebra", lamenta Ismael Montero, que ha realizado una queja pública por ello en la que denuncia, además, la dificultad de personas mayores o con minusvalías para desplazarse por el barrio por los coches aparcados en las aceras o en los pasos de peatones, o por materiales de construcción, escombros o vallas que durante largos periodos de tiempo ocupan las calles.
Otra de las preocupaciones de la asociación está relacionada con los ruidos producidos por los turismos y sobre todo por las motocicletas que circulan con escape libre con niveles superiores a lo permitido. Por otro lado denuncian el consumo abusivo del alcohol, especialmente los fines de semana, la venta de alcohol en lugares no autorizados y la suciedad y destrozos que ocasionan algunos con las basuras y pintadas en algunas fachadas del barrio.
Así, han solicitado más operarios de limpieza al Consistorio para quitar las pintadas ya que consideran que "dan muy mala imagen en el barrio". En ese sentido Montero aseguró que los vecinos están cansados de pintar las fachadas de sus casas porque duran limpias sólo 24 horas, por lo que también piden mayor presencia policial, además de que se incrementen las sanciones fijadas en la ordenanza municipal. También, consideran útil realizar desde el Ayuntamiento una campaña de concienciación para los jóvenes contra la realización de dichas pintadas y habilitar espacios para el graffiti.
Vado ilegal
Desde la Asociación de Vecinos de Titerroy además han constatado la existencia de vados no reconocidos por el Ayuntamiento. Como ejemplo un garaje en la calle La Niña, donde un trozo de madera hace las veces de señalización. Algo que consideran injusto para el resto de vecinos del barrio que no encuentran aparcamiento.
