Hoy es 10 de Diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. En estos momentos en los que se conmemora un día sagrado para la Humanidad, un día de ideales y de principios que garantizan los derechos básicos; yo, que soy defensora de Derechos Humanos, estoy en huelga de hambre desde hace 25 días a causa de la injusticia y de la falta de respeto a los Derechos Humanos.
Hoy, después de mi expulsión ilegal de mi tierra por las autoridades marroquíes, después de ser retenida ilegalmente en este aeropuerto de Lanzarote por el Gobierno español y de ser separada de mis hijos contra mi voluntad, siento más que nunca el dolor de las familias saharauis separadas desde hace más de 35 años por un muro de más de 2.600 kilómetros.
Hoy, como cada día, sufro pensando en mis compañeros encarcelados, sufro pensando en los siete activistas de Derechos Humanos que, por decisión arbitraria del gobierno marroquí, van a comparecer ante un tribunal militar y son amenazados con la pena de muerte. Pienso también en la población saharaui, oprimida y reprimida diariamente por la policía marroquí en el Sahara Occidental. Y pienso en su futuro.
En este Día Internacional de los Derechos Humanos felicito a todas las personas libres que defienden los derechos elementales y se sacrifican para lograr paz en el mundo, y al mismo tiempo les lanzo un llamamiento urgente para la protección de los derechos de mi pueblo, el pueblo saharaui.
Hoy es también un buen día para la esperanza, un día que aprovecho para pedir al mundo y especialmente a las madres, que apoyen mi reivindicación, que es el regreso al Sahara Occidental. Deseo abrazar a mis hijos, deseo vivir con ellos y con mi madre, pero con dignidad.
Hoy quiero agradecer a la sociedad española su solidaridad y su defensa continua de los derechos legítimos del pueblo saharaui y también, su solidaridad conmigo en estos duros momentos.
Aminetu Haidar
Aeropuerto de Lanzarote, 10 de Diciembre de 2009