Caminando de norte a sur de la isla por solidaridad

De norte a sur de la isla. De Órzola a Playa Blanca. Ése es el recorrido que ha hecho Alan Gandy caminando. En total, más de 70 kilómetros a pie y, todo ello, por caridad. Y es que, detrás de esta caminata ...

9 de febrero de 2011 (18:27 CET)
Caminando de norte a sur de la isla por solidaridad
Caminando de norte a sur de la isla por solidaridad

De norte a sur de la isla. De Órzola a Playa Blanca. Ése es el recorrido que ha hecho Alan Gandy caminando. En total, más de 70 kilómetros a pie y, todo ello, por caridad. Y es que, detrás de esta caminata se escondía un fin solidario: recaudar fondos para la ONG Niños del Tercer Mundo, en Lanzarote, y para el Centro Rose Road para niños discapacitados de Inglaterra.

Alan Gandy reside en Playa Blanca desde hace unos cinco años y siempre había querido recorrer la isla a pie. Por fin decidió hacerlo, pero no sólo por placer, sino también paraayudar a los niños más necesitados. Así, eligió dos organizaciones con las que colaborar. Una, la ONG Niños del Tercer Mundo de Lanzarote, con la que ya había colaborado en otras ocasiones. La otra, el Centro Rose Road para niños con discapacidad de Inglaterra, de la que había oído hablar a un amigo suyo con discapacidad que "navegó a través del Atlántico sin ayuda". "Nos encanta el trabajo que hacen estas organizaciones y decidí colaborar con ellas", explica Alan.

Así, a través de la página web [Just Giving,->http://www.justgiving.com/alan-gandy] que sirve de soporte para este tipo de iniciativas solidarias, Alan Gandy publicó su proyecto, para que la gente fuera haciendo sus donaciones mientras él realizaba la caminata solidaria. Una página que continúa abierta para todo aquel que quiera aportar su granito de arena. "Hemos conseguido por el momento unos 700 euros. Esperamos llegar a los 1.000", señala Alan.

Más de 14 horas caminando

Mientras, el pasado viernes, con su mochila a cuestas, Alan se echó a caminar desde Órzola alrededor de las 7:30 horas de la mañana. La meta, llegar al faro de Playa Blanca y para ello, recorrer un total de 71,3 kilómetros. Eso sí, aunque caminaba solo, por el camino recibió la ayuda de su familia y de varios amigos.

Una de las principales ayudas que recibió fue la de su padre que, según explica Alan, se trasladó desde Inglaterra para poder acompañarle. "Él hizo coincidir sus vacaciones para poder actuar como vehículo de apoyo y reunirse conmigo en puntos específicos", señala Alan. Así, su padre le esperaba en algunos puntos del camino para ofrecerle alimentos, bebida y un rato de compañía. "Este paseo habría sido infinitamente más difícil sin su ayuda", afirma Alan, quien agradece a su padre la ayuda prestada.

Por el camino, Alan también ha dejado algunas anécdotas. La primera de ellas al poco de partir, donde tuvo que vérselas con dos pastores alemanes que se encontró por el camino. "Al poco de salir de Órzola, vi dos perros detrás del muro de una tienda de aloe vera, pero la pared no era suficiente para contenerlos y tuve que trepar por las rocas volcánicas para que no me pudieran ver", relata Alan

Desde Órzola fue hasta Haría y de allí a Teguise para partir después hacia Güime, donde descansó por la noche en casa de unos amigos. La caminata hacia Playa Blanca continuó así en la mañana del sábado después de haber descansado durante unas horas. "El momento más emocionante fue cuando pude ver Playa Blanca. Pude ver mi ciudad, mi casa, y a unos pocos metros del camino pude ver el faro", explica Alan.

En total, fueron 14 horas y 38 minutos el tiempo que Alan tardó en llegar desde Órzola al faro de Playa Blanca, que era la meta que se había marcado. Eso sí, sin contar las paradas que Alan realizó por el camino. "Fue muy cansado, y tenía los pies doloridos, pero ha sido una experiencia fantástica", afirma este aventurero.

La experiencia no sólo le ha servido para recaudar fondos para las organizaciones antes mencionadas, sino que Alan ha aprendido también cosas acerca de la isla y de su gente. "La gente ha sido muy amable. Muchos agricultores me saludaban cuando pasaba por delante", cuenta Alan, quien afirma también que ha encontrado "mucha basura tirada" en su paseo por la isla.

Por ahora, Alan afirma que necesita "descansar", pero no descarta embarcarse más adelante en una nueva aventura solidaria.

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