Els Comediants ha formado parte del Festival de las Artes Escénicas Malpaís 2007, ¿qué opina de la primera edición de este acontecimiento?
Como decía un amigo mío, "la cultura es una inversión", por lo tanto esto es una gran inversión para poder acercar a las personas al teatro, que normalmente no les es tan fácil acudir a los grandes centros de producción de las artes escénicas.
Es una forma de convertir este arte en un signo de normalidad, de acercar el teatro a la calle. Además, en unos días se podrá disfrutar de todo un muestrario de todos los tipos de artes escénicas.
Boccato di Cardinale es la obra que ha puesto en escena en Arrecife, ¿qué ofrece al espectador?
Boccato di Cardinale es una fórmula diferente porque el espectador come y, al mismo tiempo, disfruta del espectáculo. Es una cena-espectáculo o un espectáculo-cena, según como lo mires.
La idea es hablar de lo que es la comida mientras la gente está comiendo y poder participar, junto con los espectadores, de todas las escenas. Es decir, hay unos números centrales impactantes pero hay una infinidad de pequeñas actuaciones de cerca que permiten el contacto directo con el público.
Y con un menú ligado a la performance?
Sí, porque cada parte está ligado con un elemento alimenticio. Por ejemplo, hay toda una escena de piratas, de sirenas, de acrobacias aéreas de pescados y sardinas, y en ese momento, la gente come el pescado. Además, instalamos todo un mar de pescados y el público se encuentra dentro de ese mar comiendo pescado. Es un espectáculo total.
¿Cómo se os ocurre este tipo de espectáculo?
Nace porque a nosotros nos interesa siempre potenciar la acción de los cinco sentidos. Entonces, en otros espectáculos, por ejemplo, hemos introducido olores porque activa la memoria de una forma muy directa.
En Boccato di Cardinale el olor y el sabor tienen un cometido muy importante, a parte de la vista y el tacto. Está centrado en el gusto pero hay muchas escenas que invitamos al público a oler y a adivinar qué olores son. Es una forma de teatro sensorial, que es el camino que persigue la compañía.
¿Cuándo nace Els Comediants?
La compañía nace en 1.972, fruto de un trabajo de fin de curso de los alumnos del Instituto de Arte Dramático de Barcelona. A partir de ahí, desarrollaron esa propuesta innovadora porque sitúa a los espectadores en el escenario y los actores actuamos en el patio de butacas.
Después de esta primera propuesta rompedora, seguimos investigando y transformando cualquier espacio en un espacio teatral. Así, salimos a la calle y utilizamos cualquier escenografía como fachadas, campanarios, monumentos, estaciones de metro, etc.
Ahora, en la actualidad, existen dos ramas dentro de la compañía. Una que está trabajando obras como Boccato di Cardinale y grandes eventos en la calle y otra compañía fija que hace espectáculo en teatros.
Somos un núcleo de 15 personas, entre creativos, técnicos de administración y demás, y después hay un colectivo de unos 30 o 40 músicos y actores que, según la temporada y la propuesta, actúan con nosotros.
Habéis actuado en todo el mundo, tanto en grandes teatros como en escenarios pequeños ¿tenéis alguna función que recordáis por algo en especial?
Hay actuaciones que sobrepasan el hecho teatral, como por ejemplo cuando actuamos en el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, representando una obra sobre Pablo Neruda en su centenario. Esto supone un canto de libertad porque adquiere unas dimensiones más grandes que el hecho teatral.