Arrecife se despidió ayer de sus fiestas con la celebración por todo lo alto del día grande de los festejos, el día del santo patrón de la capital, San Ginés. Cientos de personas asistieron a la procesión que partió por la tarde desde la Parroquia de San Ginés para recorrer con la imagen del santo varias calles de la ciudad.
Entre los asistentes se pudo ver a varios políticos del Ayuntamiento de Arrecife, que no quisieron perderse la procesión de la imagen, que despedía las fiestas hasta el año que viene.
Ilusionado con la procesión
El sacerdote de la Iglesia, Antonio Perera Pérez, confesó días atrás en declaraciones a LA VOZ que estaba muy ilusionado con la procesión y las celebraciones religiosas oficiadas en honor al patrón de la ciudad. Y es que ésta fue la primera vez que el párroco oficiaba las fiestas religiosas de la ciudad.
Perera estaba impaciente por saber cuánta gente asistiria a la solemne eucaristía que se celebró ayer en la parroquia y sobre todo, cuantos acompañarían a su santo en su paseo por las calles de la ciudad. "Espero con mucha ilusión este gran día y con expectación, a ver como responde la gente de Arrecife a su patrono, no a mí, sino al patrono", señaló Perera. Y la gente no decepcionó.
Llamada de la iglesia
Recordó Perera que en Semana Santa mucha gente respondió a la llamada de la Iglesia, pero muchos otros se quedaron en casa. "Se ve que hay mucha gente creyente, pero hay otros que dicen que son creyentes no practicantes, aunque yo no entiendo como puede ser eso, y luego hay otra gente que pasa olímpicamente, y como la libertad de los hijos de Dios hay que respetarla, nosotros tenemos que decir bien. Y a los demás los queremos un montón, pero no están con nosotros".
Mucho antes se celebró en la misma iglesia la Misa de Enfermos y Ancianos, durante la cual se impartió a los fieles el Sacramento de la Santa Unción, mientras que sobre las ocho de la mañana, la Parroquia acogió otra misa no menos importante, la Eucaristía de los Peregrinos.
Las charlas del párroco
Durante los días previos a la celebración de la procesión, Antonio Perera impartió a sus fieles unas serie de charlas dirigidas a concienciar a la gente sobre la visión cristiana de los problemas que hoy día atañen a la sociedad. Con este tipo de iniciativas Perera pretende hacer partícipes a las personas del debate social y religioso, para que se sientan implicados y aporten sus propia mirada sobre la realidad. "Yo tengo una visión, pero ustedes tienen otra, y entre todos igual llegamos a la visión más completa", afirmó en una entrevista concedida a este diario.
Charlas
La primera de esta serie de charlas tuvo lugar el pasado viernes 19 de agosto y el tema elegido para esta conferencia fue "La comunidad parroquial" y en ella "se explicó a la gente el sentido que tiene la comunidad parroquial. En la Iglesia hay dos cuestiones a tener muy en cuenta.
Una es la común unión, de allí viene lo de la comunidad, para unidos ir juntos a la misión. Estamos unidos en el Señor Jesús para anunciar su evangelio. Una comunidad, como elementos clave, tiene que mantener la unión en Jesucristo, el conocimiento de Jesús para poder estar unido a él, el compartir entre todos, el tener una actitud abierta, de acogida, de respeto, de cariño al que llega, sea o no cristiano, la apertura siempre disponible para colaborar en el hacer de este mundo, para que sea más justo, más humano. Esa comunidad que unida en Jesucristo es capaz de ser testigo de lo que cree y dar razón de su fe con una actitud comprensiva, de generosidad y esfuerzo por los demás".
Otro día el párroco estuvo charlando con los fieles acerca de "La sociedad de hoy y sus problemas", que abordó los aspectos positivos y los negativos de nuestra sociedad. Por un lado, se pusieron de manifiesto las posibilidades que tenemos a través de la cultura, la ciencia o las artes. La visión más negativa de la sociedad aparece centrada en "dos grandes fuerzas que", en opinión del párroco, "están tirando del hombre: el consumismo y el placer".
Como consecuencia de su actuación se está produciendo "un alejamiento de Dios y de los actos religiosos, no adverso, pero sí de indiferencia. Frente al mundo del ruido, de la palabra, de la imagen, hay poca reflexión en las personas", afirmó.
Con estas charlas Perera consigue alejarse de las tradicionales conferencias magistrales. "Yo lanzo una serie de ideas y la gente responde, hay que escuchar a la gente", dijo.
Primer San Ginés
Este es el primer año que está en San Ginés, pero esto lleva haciéndolo desde siempre y aseguró que "son las charlas más bonitas que he podido escuchar, porque en la forma magisterial el pueblo entra y sale, pero en la (charla) que el pueblo participa, (el discurso) se concreta, se corrige, se aumenta, porque la gente tiene derecho a opinar, hay que dar oportunidades a todo el mundo para expresarse". De esta forma se recupera el trasfondo de estas fiestas, de origen religioso, "para que no sean de unos pocos, sino que estén abiertas a todos los que quieran participar", concluyó.
