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Acaba el plazo para concursar en el certamen de microrrelatos de Radio Lanzarote

Sin Título Autor: Ignacio Pacheco Cabrera"¿Pero es que en esta isla los chavales no saben divertirse de otra manera, cuando llega el verano? Con lo bien que estaba yo ahí, ...

31 de agosto de 2012 (09:37 CET)
Acaba el plazo para concursar en el certamen de microrrelatos de Radio Lanzarote
Acaba el plazo para concursar en el certamen de microrrelatos de Radio Lanzarote

Sin Título

Autor: Ignacio Pacheco Cabrera

"¿Pero es que en esta isla los chavales no saben divertirse de otra manera, cuando llega el verano? Con lo bien que estaba yo ahí, junto a la abuela. Ella siempre me escucha muy atenta. Prefiero estar a su lado. A veces me coge y me pone en su regazo. Quizá lo haga para calentarse sus manos. Aún así, su contacto me aporta tranquilidad. La misma que le proporciono, procurando no interrumpirle sus programas preferidos. Ella lo agradece, lo sé. ¡Pero entonces llega su nieto! Me desenchufa, me pone las pilas y me carga sobre un hombro a todo volumen".

Título: El Regreso

Autor: Ricardo Flores

"Ya casi llego, voy un poco retrasado pero creo que me va dar tiempo. Pedro es cada día más pesado. Ha pasado el verano con sus hijos en la isla, y me lo ha contado detalle a detalle. Qué me importa cómo se lo ha pasado con sus hijos. Me ha retrasado y no voy a llegar al reducto para poner la emisora e iniciar el regreso. Ya solo me faltan 150 m.

Radio Lanzarote informa a sus oyentes que el programa que se emite a continuación, se suspende por dificultades técnicas. Y ahora ¿Cómo vuelvo yo?".

Título: Punto y Final

Autor: Ricardo Flores

"El verano ya está en su punto álgido, y la radio no para de dar información, sobre los incendios de La Gomera y La Palma, amen de los producidos en otras comunidades.

En la isla, todas las miradas se dirigen hacia el norte. La otra noche se escuchó una explosión y el Coronas comenzó a echar humo.

En dos días, la isla se ha llenado de sirenas, técnicos y políticos. Nadie sabe qué pasa, pero la torre de humo se ve ya desde otras islas. La tierra esta temblando ¡¡ la isla se parte!!"

Título: El Veraneo

Autor: Ricardo Flores

"Me preguntan si no voy de veraneo. Con una risita floja les contesto, ¿dónde voy a estar mejor que en la isla? Parece que estamos programados para que llegando el verano, salgamos corriendo a otros lugares sin apreciar lo nuestro. Cuando no hay mayor placer que un paseo a la orilla del mar, escuchar una buena emisora de radio, y un lugar donde leer tranquilo un buen libro. Así pasan los días viendo como van y vienen, y mientras, yo, he encontrado mi lugar".

Título: Sin más

Autor: Ricardo Flores

"Un verano cualquiera, la isla, un libro, una buena emisora de radio, y?"

Título: Volcán de mi isla

Autor: Francisco Hernández Delgado

"Los volcanes han dado a Lanzarote, la muerte y la vida. La muerte porque con su lava cubrieron las fértiles vegas, la vida porque sus lavas multicolores son una atracción para el turismo. Estamos necesitados de volcanes donde broten, la alegría y las soluciones a la actual situación, de los que nos recuerden el pasado, la identidad, los valores de los verdaderos hombres y mujeres de esta tierra. Nuestros corazones deben ser volcanes para lanzar al aire, como un mensaje de radio, nuestra mano tendida a los necesitados, convertir los fríos corazones en un ardiente verano".

Título: El timple

Autor: Francisco Hernández Delgado

"El timple es el sello de identidad de la isla. En sus notas podemos expresar sentimientos, alegría, y tristeza. Con el corazón podemos escuchar, como en un verano, su música, y sentirnos arrullados del calor de una madre, esposa o amante; del mensaje triste de los que viven el dolor; del baño de sentimiento que nos hace compartir nuestra alegría y amistad. El timple es el padre, hermano o amigo del que echamos mano para decir lo que no sabemos expresar. Al timple igual que a una radio, podemos modular su sonido, una voz ronca, o una suave melodía".

Título: Calles de Teguise

Autor: Francisco Hernández Delgado

"Me gusta caminar en verano por las calles de mi pueblo, el ruido de mis pisadas me traen páginas de las vivencias de los vecinos de la vieja Villa. Las sombras de las casonas juegan en mi imaginación, y a modo de películas desfilan ante mí, acontecimientos vividos en mi niñez en esta isla. Veo el pelo natural del Cristo de la Vera Cruz formando al viento caprichosas figuras. Las voces lejanas las transformo como melodías proyectadas desde una emisora de radio, y oigo a los seres queridos, los que me rodean y los que se fueron".

Título: Pasear por Famara

Autora: Luisa María Perdomo Acuña

"El atardecer en Famara es fiel reflejo de la hermosura de esta isla, cómplice de los amores que abraza bajo la protección del majestuoso Risco. Así llegaste, como la marea, mientras en la radio escuchabas una de esas baladas que nos hacen soñar.

Pero el verano pasó y solo dejó en mí la amargura de haberte perdido. Jamás lo comprenderé, éramos tan felices. Tus besos recorrían mi cuerpo extasiándonos al unísono.

Ahora, cuando paseo por esta mágica playa y contemplo el pálido cielo de otoño, sé que siempre estarán grabados en mi mente aquellos paseos por Famara".

Título: Sinfonías de mi isla

Autora: Miriam Hernández Perdomo

"La primera vez que María escuchó aquella canción estaba junto al muchacho moreno que habría de ser su marido. Fue en una verbena de las fiestas de verano, las fiestas de aquel pueblo de casitas blancas que tanto adoraba.

Al otro lado del mar, con la nostalgia enredada en su melena blanca, volvió a escuchar esa melodía: el mismo aparato de radio, el mismo corazón, pero él ya no estaba. Se sirvió una copa de vino y bailó con sus recuerdos, acariciándolos en cada acorde".

Título: Añoranza

Autora: Miriam Hernández Perdomo

"Era el único recuerdo que le quedaba de su abuelo. Era también una máquina de sueños capaz de transportarlo a otros tiempos. Era un viejo aparato de radio, pero para el joven Ramón era mucho más: era su gran tesoro.

Durante su niñez, los veranos en la isla resultaban tediosos. Se aburría sin sus amigos, y las tardes en aquel pueblo de pescadores parecían no terminarse nunca. Solo le gustaba estar con su abuelo, ése era el aliciente de sus vacaciones. Ahora soñaba con escuchar su voz grave, dormida para siempre en las ondas de una emisora prohibida".

Título: La lapa

Autor: Ignacio Pacheco Cabrera

"-¡EEEH! ¡NO LEVANTE ESA LAPA! -Le grité a los cuatro chinijos, que estaban sobre la Punta del Camello intentando arrancarla, y eché a correr hacia ellos. Durante todo el verano, estuvimos advirtiendo, incluso por radio, de su importancia. Pero haciendo oídos sordos, y veinte metros antes de llegar yo, la hicieron saltar por los aires.

¡Qué desastre! El mar alrededor de la isla se vació por el agujero dejado. Al día siguiente, estaba más seco que aquel... primer beso. Aunque fue bonito ver como, dos días después, los volcanes explotaban lanzando chorros de agua que volvieron a llenarlo".

Título: Sin Título

Autor: Ignacio Pacheco Cabrera

"Otro año más sin verano, y por culpa del viento. Empezó a soplar tan fuerte que arrancó las islas arrastrándolas hacia el gélido sur. Ocurrió de noche y la gente se dio cuenta por la mañana, cuando al salir se encontró las calles blancas, por la nieve que hacía rato que caía. Pero lo peor fue que los aviones, guiados solo por su instrumentación -la radio no funcionaba- intentaron aterrizar. Caían todos por el vacío dejado, hasta dar con el fondo incandescente del magma en ebullición, para salir rebotados como piroclastos. Era como si hubieran descorchado siete botellas de cava".

Título: El Golpito

Autora: Amanda Casas

"Lo mejor de aquel absurdo verano era cenar. Cada noche observaba al camarero pero no se habían cruzado palabra. La última noche en la isla, su padre tuvo la "genial" idea de ir a la presentación de un disco que había oído anunciar en la radio.

¡No vería por última vez al muchacho y encima tendría que soportar "música para viejos"! Al verle sobre el escenario no se lo pudo creer, era él y parecía cantarle a ella: "Llegó el amor".

Compró su disco. Él se lo dedicó: "Del camarero tímido a la cliente más guapa del hotel".

Título: Al otro lado

Autora: Amanda Casas

"Confinado en esta isla de cristal y piedra,

sueño que mis palabras llegan a ti.

No hay estrellas ni mar, ni arena ni sol.

Todo lo controlo yo.

Sonrío.

Algo muy dentro de mí dice que tú me escuchas cada noche.

Gracias mi amor.

Haces que no me sienta tan sólo hoy, porque ¿sabes qué?

¡No es fácil ser locutor de radio en un programa nocturno de verano!"

Título: Instantes

Autora: Ana Bartolomé

"Son muchos los días en los que ese recuerdo acude a mi mente. Estoy en el coche, parece que el asfalto quema y quedan unos cuántos kilómetros para mi destino. De fondo se escucha la radio y yo tarareo con ella mi canción favorita, Dust in the wind. Quizá así debía ser el verano perfecto. Pensé que esa paz solo se podía sentir en aquella isla. Llegué, bajé del coche y allí estabas tú. Melena al viento y de fondo el mar. Entonces comprendí que ese momento sería para siempre y que no había mejor paz que mirarte".

Título: Lanzarote

Autora: Miriam Hernández Perdomo

"Primero se enamoró de la isla, luego de ella: de su cabello negro, de su sonrisa pícara y de su mirada, sobre todo de su mirada. Llegó para pasar las vacaciones de verano hechizado por la magia de la lava y la sal, de las arenas blancas? Llegó también para huir de una vida estrepitosa, del agobio de las noticias de la radio, del pesimismo que inundaba cada mañana en aquella ciudad gris.

Supo que aquel era su hogar en cuanto la besó por primera vez, cuando el salitre cicatrizó sus heridas y el fuego despertó su corazón".

Título: Recuerdo

Autor: José Luis Betancor Rodríguez

"Recuerdo haber soñado la misma luz azul que abrazaba la soledad que buscaste en la tarde complaciente. Entre nosotros ningún vínculo, solo las vidas ajenas ante el momento de las rocas en la cala sagrada. Desconocidos descubríamos las miradas, a veces en el mar esperaban los brillos del sol en cada instante de agua. Entre nosotros ninguna palabra, solo latranquilidad de la isla y la respiración de la luz entre las nubes que decían nuestro silencio. En el atardecer el regreso, el coche, la radio, la música, el pensamiento. Sobre la arena de verano, la roca abandonada".

Título: El mar: libertad o cadenas

Autora: Julia Romero

"Esta tarde, sentada en un banco del muelle, veo el barco partir.

Han pasado varias semanas desde que la radio anunciara la llegada de un grupo de jóvenes submarinistas de la isla vecina. Uno de ellos, buceando en el fondo marino de nuestra isla, entró en el de mi corazón.

El mar es libertad, me decía.

El mar hoy, viendo el barco partir, es mi prisión".

Título: Espera

Autor: José Luis Betancor Rodríguez

"Es un día que abandona agosto, sobre el asfalto desliza el viento la sombra de la tarde de la isla, en la acera las últimas flores del árbol de fuego siguen esperando. El hombre cada domingo cierra la ventana, apaga la radio y trata de olvidar cuándo regresó. Nunca estuvo suficientemente cerca de nada".

Título: Ceniza

Autor: José Luis Betancor Rodríguez

"Recuerdo llegar al faro y al atardecer, y sobre el mar acantilado ver filtrada la luz en la escama de sal de una flor cineraria. Desde la ventana suponía a un hombre que huía de su mirada perdida entre melodías que reverberaban en el eco de la ausencia.

La isla meditaba en la sombra del hombre. La luz del faro sobre la pared era la oración de cal oxidada que recorría la grieta hacia el mar y las rocas. En la noche la luz guía presentía a los hombres su ceniza".

Título: Desolación

Autor: José Luis Betancor Rodríguez

"La luz última del verano no traspasaba la sombra fósil del molino. El viento dispersaba la lluvia y los presagios de sal en la piedra sedienta que guardó la memoria centenaria del mar. La alquimia de sol, mar y viento no giraban el aspa oxidada en los silencios de metal. Había comprendido la voz compungida del locutor al ver el cementerio de la sal: solo topografía de la desolación del sueño que agrietó las manos abandonadas de los hombres condenados a la isla. Resquebraja el salitre la noche sin fin".

Título: La Sirena

Autora: Lanzarotensis

"Aquel año al terminar el curso escolar regrese a mi isla natal.

Pero aquel verano sigue en mi mente como si fuera presente, pues la isla se llenó de gente.

Habían acudido, por una noticia que la radio había difundido en primicia: Una de sus playas fue acordonada, pues en la arena apareció varada una sirena.

De día su cola verde esmeralda lucia como guirnalda,

y de noche, si las estrellas brillaban, la sirenita cantaba.

A verla muchos acudían, pues la tradición decía que el canto de las sirenas, en noches de luna llena, Siempre atrae cosas buenas".

Título: La señal

Autora: Camino (Syra Jiménez)

"En esta isla de viento, en la que toda creación es posible, el verano abre de nuevo su puerta a privilegiados espíritus viajeros. Clara, mujer madura y de férrea voluntad, contempla el amanecer mientras conduce. Se dirige a su puesto de trabajo. Hoy es el último día.

Lo sentimos. Nos vemos obligados a despedirla. Ya sabe, la crisis.

Ahoga un suspiro. Inicio del que intuye será un difícil camino laboral. Separada y con dos hijos en edad escolar. Sus ojos se llenan de lágrimas. Temblorosa sintoniza la radio emitiendo oportuno mensaje. Reconoce la voz. Interpreta la señal".

Título: El adagio

Autora: Ana Serna Quesada

"Como cada noche antes de acostarse, Carmen encendió la radio. Con los años se había convertido en la única forma de conciliar el sueño.

El verano en la isla estaba resultando muy caluroso y en la estancia, el aire cálido y desprovisto de humedad dificultaba la posibilidad de descansar.

Comenzó a sonar un adagio y Carmen se durmió. Visualizó un camino que serpenteaba entre árboles y flores y por él se adentró.

Mientras Carmen caminaba hacia aquella luz donde la esperaban sus padres para abrazarla, cesó la música y se apagó la radio, pero Carmen ya no despertó".

Título: Reinventarse

Autora: Ana Serna Quesada

"En la portada del Facebook publicó: "cerrado por vacaciones" y, a través del móvil, envió a sus amigos un difundido similar. Siguiendo el consejo de un buen amigo, se desconectó del mundo virtual. Había decidido que la crisis no le arrebataría también sus bien merecidas vacaciones. Las reinventaría. Serían completamente diferentes a las anteriores. Se quitó el reloj, apagó su teléfono y lo guardó en la mochila junto con los libros, el lápiz, el papel y la radio. Con ella a cuestas recorrería senderos isleños durante aquel verano en el que decidió que necesitaba marcharse para poder regresar".

Título: Sin título

Autor: Echedey Rodríguez

"Señores y señoras

Con todos ustedes el vencedor de las olimpiadas de la devastación, por su capacidad destructiva y su fiel adoración del fuego y la ceniza se ha ganado un lugar en el podio de la ingente cantidad de hectáreas calcinadas. Este verano se ha abierto la veda de caza a los pirómanos más consagrados.

El galardón sin lugar a dudas merecido por su obra maestra es para un vecino de la isla de La Gomera. De la radio del coche de Héctor no salían estas palabras pero su mente enfermiza solo entendía este lenguaje".

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