Los vecinos de Caleta de Famara quieren mantener la única zona verde ubicada dentro de la localidad tal y como se encuentra ahora. Al menos de la forma en que estaba hasta este martes cuando se arrancaron algunas de las palmeras que hay dentro del terreno. El problema es que una parte de la parcela es privada.
Por eso su propietario, con un permiso de Medio Ambiente, tiró los árboles que se encontraban dentro de su espacio.
La situación resulta espinosa puesto que se enfrentan tres partes. Por un lado los ciudadanos de la localidad que reclaman que el terreno se mantenga en las mismas condiciones.
En segundo lugar se encuentra el propietario, que adquirió un terreno sobre el que de momento no puede actuar. Por último el Ayuntamiento, ya que el alcalde prometió a sus vecinos que no permitiría la construcción en este lugar. Sin embargo, todavía no ha encontrado una solución viable a este problema.
Historia
El terreno, que tiene una extensión aproximada de 1.000 metros cuadrados, era en su día una zona verde. Sin embargo, hace tres años el Consistorio aprobó las normas subsidiarias y una parte de unos 800 metros cuadrados la recalificó como urbanizable.
A pesar del cambio cuando el pasado año se puso a exposición pública el Plan Rector de Uso y Gestión del Gobierno de Canarias, el alcalde de Teguise, Juan Pedro Hernández, prometió a los vecinos interceder ante el Ejecutivo autonómico para que admitiera una alegación "en la que pedíamos que no se construyera", comentó Miguel Ferrer, secretario de la Asociación de Vecinos Playa Famara - La Marquesa.
Sin embargo, los ciudadanos de la localidad no se fían de la promesa porque, además de no tener la respuesta a esta alegación, ya se han arrancado una parte de las palmeras plantas en la zona.
Proyecto
Por su parte, desde el Ayuntamiento defienden que su propósito es mantener la zona como está. De hecho, el propietario del terreno presentó un proyecto para que le dieran la licencia hace unos meses y todavía no ha conseguido el permiso.
Mientras tanto el Consistorio negocia con el dueño bien una permuta del terreno bien la compra del mismo. Otra posibilidad será trasladar la zona verde a otro lugar. Sin embargo, los vecinos se muestran contrarios a esta opción. Para ello argumentan que no quieren que se lleven la zona a los alrededores de la localidad donde colinda con suelo rústico al estar el Parque Nacional de Timanfaya, por lo que no se podría construir.
