El ex gerente de Urbaser, Jacinto Álvarez, se ha tenido que enfrentar este miércoles a la empresa en los Juzgados, después de que tanto él como tres altos cargos directivos de Madrid fueran detenidos por el presunto pago de comisiones en el marco de la Operación "Jable". Sin embargo, en esta ocasión, el motivo era un juicio laboral. Y es que Jacinto Álvarez denunció a la empresa por haberle despedido. En el juicio, celebrado este miércoles en el Juzgado de los Social Número 1 de Arrecife, Urbaser ha tratado de defender que el despido viene motivado por las presuntas irregularidades internas que el ex gerente pudo cometer al frente de la empresa.
Durante la vista, la defensa, ejercida por Andrés Barreto, ha intentado demostrar que Urbaser había decidido despedir a Álvarez como represalia por estar implicado en la Operación "Jable", pese a que los hechos que se le imputan no han sido juzgados aún. Cabe recordar que Álvarez fue detenido por la UCO el pasado 19 de abril e, incluso, pasó más de un mes en prisión. Por su parte, el abogado de Urbaser, Félix Moraza, ha insistido en que los motivos de este despido no tienen "nada que ver" con la Operación "Jable", ya que está "bajo secreto de sumario", por lo que la empresa sólo conoce "las informaciones a través de los medios de comunicación".
Así, el letrado de Urbaser ha tratado de defender este despido y demostrar durante el juicio las presuntas irregularidades que Jacinto Álvarez pudo cometer mientras ejercía como gerente de la empresa. En este sentido, ha insistido que, tal y como se señaló en la carta de despido, Álvarez había sido "desleal con la empresa, a la que ha causado un perjuicio". Para ello, ha utilizado las declaraciones de once trabajadores, que han participado en la vista oral como testigos y que han despejado bastantes dudas sobre las forma de actuar del ex gerente.
La práctica totalidad de los testigos ha relatado con detalle "el juego" presuntamente ilícito que practicaba Jacinto Álvarez. Según estas declaraciones, el gerente de la empresa exigía presuntamente a los trabajadores que solicitaran un adelanto de la nómina, que luego se lo entregaban a él, "que se lo quedaba". Los empleados no perdían dinero, porque Álvarez les sumaba horas extras para que las cobraran, aunque, en realidad, los trabajadores no estaban cumpliendo ese horario extra.
Los adelantos de la nómina
Y, todos estos testigos, han afirmado que no denunciaron antes estos hechos porque "tenían miedo" a represalias y, sobre todo, a ser despedidos. Algunos, además, han asegurado que se sentían "amenazados y coaccionados". "Utilizaba a los empleados para lucrarse", ha sostenido el letrado de Urbaser, Félix Moraza.
Así, una de las testigos ha declarado precisamente en este sentido: "Solicité un préstamo de 1.500 euros porque me lo pidió Jacinto. Me dijo que era para pagar un curso de algo de palmeras y que le diera el dinero a su mujer. Jacinto me dijo que buscara a gente para poder sumarles horas extra", ha explicado. Pese a que la testigo sabía que esto "estaba mal", no lo denunció porque "Jacinto era el gerente, y era el que mandaba". Ahora, está trabajadora tiene que afrontar con su nómina la devolución de este préstamo, al igual que el resto de empleados que pidieron adelantos.
Y es que, la solicitud de estos adelantos era, para otro de los trabajadores que ha declarado durante el juicio, "una práctica habitual". "He solicitado adelantos de 1.500 y de 800 euros y ese dinero se lo he dado a Jacinto", ha afirmado, al tiempo que ha asegurado que "la gente tenía miedo a ser despedida".
Trabajos particulares en casa de Álvarez
Además de estas presuntas irregularidades, varios de los testigos también han declarado que en horario laboral, cuando debían estar trabajando para el Ayuntamiento de Arrecife, iban a las casas particulares de Jacinto Álvarez ha hacerle "trabajos". Un conductor de Urbaser ha asegurado ante la juez que iba a las viviendas de Álvarez "en Máguez, a unas cuantas que tiene en Playa Honda y a otra en Arrecife". "Me mandaba a hacer trabajos de fontanería, en mi horario laboral. He ido cuatro, cinco o seis veces", ha reconocido, al tiempo que ha dicho que "recogía material para Urbaser y lo llevaba a casa de Jacinto".
"La última vez que fui a casa de Jacinto fue hace un año, porque ya me negué a hacerle más cosas particulares. Cuando iba a casa de Jacinto, también había otros compañeros de Urbaser trabajando. Estuvimos meses en la vivienda de Jacinto, ¡le hicimos hasta la piscina en Máguez!", ha señalado. "Si Jacinto decía para allí, íbamos para allí, y si decía para allá, íbamos para allá", ha indicado. Sin embargo, este empleado se cansó de hacerle trabajos particulares al gerente de Urbaser. "Me negué porque me tenía con un esclavo, todo el día tenía que estar con él. También me mandaba a casa de sus amigos a hacer trabajos", ha añadido.
En este mismo sentido, ha declarado otro testigo. "Yo le hacía trabajos de albañilería y fontanería en su casa y he ido unas 10 o 20 veces en horario de trabajo. Iba porque me lo pedía y porque tenía que ir", ha indicado.
Un trabajador fue a buscarle pájaros a Las Palmas
Otro de los trabajadores ha asegurado que no sólo se hacían labores en las viviendas del ahora ex gerente de Urbaser, sino que una vez le "obligó a ir a Las Palmas a buscarle unos pájaros". Si no lo hacía, "no me daba los días de vacaciones que me quedaron del año anterior". "Fui a Las Palmas en barco. Jacinto me pagó el billete. Fui con el coche de la empresa. VolvíaLanzarote, fui a Máguez, le di los pájaros y devolví el coche a la empresa", ha relatado.
Vales de gasoil para cargar móviles
Otra de las presuntas irregularidades que ha tratado de demostrar la empresa Urbaser para justificar el despedido de su gerente en Lanzarote es que presentaba facturas del consumo de gasoil que servían presuntamente para cargar los móviles particulares de la familia de Jacinto Álvarez. "Yo era el encargado de ir a principios de mes a una gasolinera a cargar unos determinados números de móvil. Para ello, le pedía al encargado vales de gasoil, que en realidad servían para cargar con 25 euros unos diez números", ha explicado un testigo, que ha asegurado que esta práctica se llevaba realizando desde hace "cuatro o cinco años".
Cierto día, este testigo decidió "engañar" al encargado de la gasolinera y pedirle la información de los móviles que resultaban cargados cada mes. "Quería ir teniendo pruebas por si el día de mañana pasaba algo. Quería pruebas fehacientes", ha declarado.
De baja voluntaria o trabajando
Una de los hechos que ha tratado de demostrar la defensa de Jacinto Álvarez ha sido que éste estaba de baja desde el 5 de julio de 2009 hasta el 5 de julio de 2010. Sin embargo, tanto el letrado de Urbaser como los testigos han asegurado que se reunían con él durante todo este tiempo y, si no lo hacían en las instalaciones de la empresa, lo hacían en su vivienda. "Iba a la empresa y daba órdenes. También solía estar su hijo Joaquín, pero el que mandaba era Jacinto", ha explicado un testigo.
Por todo ello, el letrado de Urbaser Félix Moraza ha asegurado que en el juicio "ha quedado demostrado que Jacinto ha cometido faltas graves", por lo que su despido es procedente. "Está claro que los trabajadores vivían en una situación de miedo. El gerente decía: aquí mando yo, y si te chivas, te echo", ha indicado, al tiempo que ha querido subrayar que "se ha beneficiado" de su cargo.
Por su parte, el abogado de Jacinto Álvarez, Andrés Barreto, ha indicado que en esta vista oral "no ha quedado nada probado". "Nadie ha visto cargar esos móviles. No ha quedado acreditado que mi cliente haya obligado a nadie a pedir un anticipo de su nómina", ha defendido Andrés Barreto. El juicio ha quedado visto para sentencia.
Urbaser, afectada por la Operación "Jable"
Tanto Jacinto Álvarez como otros dos directivos de Urbaser y otro trabajador en Madrid están imputados en el marco de la Operación "Jable". Álvarez fue detenido el pasado 19 de abril y estuvo en la cárcel hasta el 28 de mayo. El juez César Romero Pamparacuatro ordenó su ingreso en prisión provisional, imputado por cohecho y alteración de concursos públicos, entre otros presuntos delitos.
Y es que, según la investigación, Jacinto Álvarez habría pagado presuntos sobornos a cargos públicos y funcionarios del Ayuntamieno de Arrecife para, supuestamente, "amañar" la adjudicación del contrato que mantiene el Consistorio con Urbaser para la limpieza de la ciudad y la recogida de basura.
Los supuesto sobornos habrían ido dirigidos, presuntamente, a la ex alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, y al jefe de la Oficina Técnica del Ayuntamiento, Rafael Arrocha, ambos también en prisión provisional en el marco de esta misma causa.
Además de Jacinto Álvarez, también fueron detenidos en el marco de esta operación, dos directivos de Urbaser, que también fueron imputados por delitos de cohecho y alteración de concursos. Se trata de Manuel Andrés Martínez y Santiago Alonso que, además, tuvieron que enfrentarse a un careo con el gerente en Lanzarote, Jacinto Álvarez.
En esta fase del caso "Unión", bautizada por la UCO como Operación "Jable", también fue detenido otro trabajador de Urbaser en Madrid Stephani Jean Balverde, que fue imputado por presuntos delitos de cohecho y alteración de precios en concurso público.