Los presupuestos generales del Estado de 2005 reservaron un millón de euros para la recuperación del Charco de Los Clicos en El Golfo (Yaiza). Los visitantes del conocido como Lago Verde, que inspiró la película de Almodóvar 'Los abrazos rotos', ven cada año cómo va perdiendo agua, anchura y profundidad. Los trabajos aún no han comenzado.
La alerta sobre el estado del Charco se dio a principios de la década. En los años sesenta y setenta se había extraído arena de la playa y eso ha provocado la fragilidad del Charco, que comenzó a notarse de forma sensible hace diez años. Se tardó cinco años en conseguir la financiación, que no se ha usado y, cinco años después, las obras de recuperación no sólo no se han iniciado, sino que cada vez surgen más problemas.
En el expediente de la obra participan el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, y la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de canarias, que deben realizar y dar su visto tanto al proyecto de recuperación como al estudio de impacto ambiental.
El primero de los problemas surgió porque el Gobierno de Canarias consideraba que el proyecto podía poner en peligro el alga que se encuentra dentro del lago, la 'ruppia marítima', y que es la que le da esa coloración verde al agua tan característica, así que se corría el peligro de que por salvar el lago verde éste dejara de tener derecho a que se le siguiera llamando con ese color.
A finales de diciembre de 2008 se presentó el Informe de Biodiversidad en el que se planteaban tres proyectos diferentes para extraer la arena y ensanchar el lago, que suponían la extracción de entre 26.000 y 40.000 metros cúbicos de arena y el depósito de esa arena entre al playa de El Golfo y la playa de Montaña Bermeja, que tiene unas características similares en cuanto a la composición y el color de la arena.
Un carábido endémico
El último escollo se llama 'Orzolina thalassophila'. Es un carábido endémico de Lanzarote (un insecto coleóptero) que vive en la zona intermareal de Montaña Bermeja y en pocos lugares más de la Isla y que está catalogada como especie sensible a la alteración de su hábitat. La Consejería ya advirtió en 2006 de que el depósito de la arena podría afectarle pero no se tuvo en cuenta en el estudio de impacto ambiental del Ministerio.
Así pues, el expediente está en un callejón sin salida. El Gobierno de Canarias, según asegura el senador por Lanzarote Marcos Hernández (PSOE), pide que se haga un nuevo estudio de impacto ambiental y se tengan en cuenta las consideraciones que realizó. Además solicita que se profundice en varios aspectos como la intensidad y frecuencia de las corrientes, del viento o un estudio barimétrico.
Hernández señala que el nuevo estudio podría tardar otros dos año más y asegura que los estudios de impacto ambiental del Ministerio son muy rigurosos y que si no ven afecciones al insecto y al Charco es que no las hay. Según el senador, "se trata de una intervención blanda en la que participan dos excavadoras", y asegura no entender que el Gobierno de Canarias sea tan estricto con este asunto y "tan laxo y en otros temas de medioambiente".
ACN Press