Las plagas del picudo rojo pueden llegar a su fin gracias al trabajo realizado por un equipo del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). La causa es que han descubierto un insecticida capaz de matar a todos los individuos de Rhynchophorus ferrugineus de una palmera infectada por el escarabajo.
El método utilizado consiste en encapuchar la palmera con unas lonas. A continuación se aplica el producto y tras tres días se quita la cobertura. "Los ensayos que hicimos eran con palmeras que se iban a destruir porque estaban afectadas por picudo, se talaron, se seccionó toda la parte de la corona y se vio que todos los individuos que se encontraban estaban muertos", explicó Elena Llacer, doctora Ingeniera Agrónoma del IVIA.
PRECAUCIÓN
La efectividad del producto está totalmente probada. Sin embargo, su uso generalizado todavía no es factible. En primer lugar porque las investigaciones realizadas hasta el momento son experimentales. Así, según comento Elena Llacer, todavía falta ajustar las dosis o ver si el producto a aplicar tiene alguna toxicidad a largo plazo "que supongo estará listo para el próximo año".
Otro de los aspectos a estudiar es el sistema de encapuchar a las palmeras, ya que actualmente el proceso se hace prácticamente a mano. En este sentido, otro de los departamentos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias estudia crear una maquinaria que facilite el trabajo. Por último se ha comprobado que este insecticida destruye al escarabajo pero no previene las plagas. En este sentido se analiza cómo aplicar otros elementos que prevengan la llegada del picudo rojo a las palmeras.
UTILIDAD
Si finalmente se extiende el uso de este insecticida podría ponerse fin a las palmeras afectadas por este escarabajo. Cabe recordar que el picudo rojo es originario de las áreas tropicales del Sudeste Asiático y Polinesia. Hasta 1987 se encontraba en la caña de azúcar y debido a la importación de palmeras asiáticas para el mercado turístico del norte de África, se expandió a Egipto y zonas limítrofes.
Su entrada en España se produjo por el litoral andaluz a través de palmeras datileras adultas infestadas procedentes de Egipto y destinadas a la jardinería. Fue detectado por primera vez en la localidad costera granadina de Almuñecar en 1995 y, posteriormente, en localidades del litoral malagueño y de la Comunidad Valenciana (2004) en donde miles de palmeras están sufriendo desde entonces al ataque de este insecto.
Se ha detectado, principalmente, en la Palmera datilera (Phoenix dactylifera) y Palmera canaria (Phoenix canariensis). También en otras como el Cocotero (Cocos nucifera) y la Palmera de Guinea (Elais guineensis). No se detecta su presencia en el resto de palmeras habituales en la jardinería.
Su particular apetencia por la Palmera canaria frente a otras especies es debida principalmente a su riqueza en savia, la mayor masa de tejidos y la falta de resistencia. En el Archipiélago se detectó por primera vez en octubre de 2005 en las islas de Fuerteventura y Gran Canaria. Sin embargo, los especialistas dan por hecho que existe una plaga mayor de la descubierta hasta ahora.
ACN Press