Los nueve trabajadores del Comité de Empresa de Iberia y los sindicatos USO e Intersindical Canaria, a los que la compañía pide más de un millón de euros por daños y deterioro de su imagen, acudieron este lunes puntualmente a la cita prevista en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación del Gobierno de Canarias.
Excepto los dos asalariados afectados que son miembros del sindicato UGT, los restantes siete trabajadores y los dos sindicatos implicados en la reclamación de Iberia pidieron la reconversión de la demanda redactada por la compañía exigiéndole la suma de 90.000 euros cada uno. Así, la cuantía total reclamada a la aerolínea suma 810.000 euros.
De acusados a acusadores
Los trabajadores y sindicatos, que de acusados pasan a acusadores, solicitan la reconversión de la demanda entendiendo que la compañía viola el derecho fundamental a la libertad de huelga y la acusan de intimidación, temeridad y mala fe. Los reconvenientes señalan que Iberia ha prolongado "maliciosamente" el conflicto porque, según afirman, no ha querido sentarse a negociar de buena fe, mientras que contrata trabajadores en período de huelga.
Por su parte, el letrado que vino a Lanzarote en representación de Iberia ratificó la demanda reconociendo que UGT no ha participado como sindicato ni como sección sindical en la huelga. Iberia se opone a la reconversión solicitada "por ser falsos los hechos en que la misma se fundamenta e inexistentes los daños y perjuicios reclamados".
Postura de los miembros de UGT
Los dos trabajadores de UGT, un hombre y una mujer, que se desmarcaron de la reclamación del resto de los afectados aluden razones prácticamente idénticas en el acta de conciliación. Ella manifiesta que no ha tomado parte en la "toma de decisión" de la convocatoria de la huelga ni en su desarrollo, mientras que él argumenta que "no ha tomado parte en el desarrollo" de la huelga y que es miembro del Comité de Empresa y de la sección sindical de UGT, la cual mayoritariamente, por escrito, no secundó la huelga. Ambos dejaron constancia de que individualmente no han apoyado la huelga y consideran que la demanda de Iberia en su contra es improcedente.
Ahora viene el juicio
Los nueve trabajadores y los dos sindicatos tendrán que verse las caras con Iberia en el Juzgado de lo Social. "En el juicio se verán las alegaciones de Iberia y las alegaciones del por qué hacemos la propuesta de reconversión de la demanda", dijo Andrés Barreto, representante de Intersindical Canaria, quien cree que en el mes de marzo o abril de 2006 pudiera haber sentencia. Los trabajadores que dieron el espaldarazo a la reconversión de la demanda pertenecen a Comisiones Obreras (cinco), uno a Intersindical Canaria y otro a USO.
Más problemas en el aeropuerto
Este domingo volvieron a ocurrir incidencias en el aeropuerto sin huelga. Los pasajeros de un avión de la compañía LTE esperaron 25 minutos aproximadamente dentro de la aeronave hasta que por fin hubo una guagua que los sacó de la plataforma y los llevó a la zona de recepción del equipaje. Por otro lado, según informó el portavoz de los trabajadores, 40 maletas de la compañía Britania se quedaron en tierra debido a que no hubo tiempo de embarcarlas y además se presentaron nuevos retrasos en los vuelos a lo largo día. Son algunas de las consecuencias por no atender con el suficiente personal todos los servicios de asistencia en tierra que debe prestar Iberia.
León Fajardo cree que estos efectos "no son nada especiales" al ver la actitud pasiva de los políticos de la Isla "que no hacen ningún tipo de movimiento". Para Fajardo día tras día se demuestra hasta la saciedad que la compañía Iberia tampoco tiene ningún interés en solucionar el conflicto.
Una situación que se "perpetuará" en el tiempo
Los 17 trabajadores del centro de trabajo de Lanzarote incluidos en el expediente de regulación de empleo siguen despedidos, mientras que el cien por cien de la plantilla trabaja a tope, pero la compañía, tal y como lo ha reconocido, no tiene el personal suficiente para prestar el servicio con todas las garantías. A la luz de los acontecimientos, sobre todo de la falta de presión de las administraciones públicas a Iberia, Fajardo pronostica que la situación se perpetuará por mucho tiempo.