- ¿Se ha sentido desautorizado por la presidenta del Cabildo?
- En absoluto. Si me hubiera sentido desautorizado tanto por el grupo de gobierno como por mipartido, hubiera puesto mi cargo a disposición de mi secretario general. Nosotros hemos terminado un trabajo. Por mi parte, he dado cumplimiento al mandato que entre todos nos habíamos dado. Ahora es cuestión de que el Grupo de Gobierno en su conjunto tenga voluntad de sacar adelante el Plan Territorial Especial que la ciudadanía demanda.
- ¿Y si no lo hace?
- En este momento, preferimos contemplar un escenario en el que prime la sensatez. Si hablamos de urgencia, no hay mayor urgencia que dar cumplimiento a algo que se acordó en la pasada legislatura. Todavía no se han dado explicaciones públicas ni se han pedido disculpas por haber mantenido paralizada la desclasificación de 26 mil camas, un objetivo estratégico de Lanzarote, que deja en segundo lugar cualquier otra preocupación, por muy legitima que sea.
- ¿Y considera que tiene total respaldo del PSOE en este tema?
- Si no hubiera tenido en todo momento el respaldo de mi partido, no me hubiera hecho responsable del Plan Territorial Especial.
- ¿Está dispuesto a modificar su postura?
- En este momento lo menos importante es mi opinión personal sobre cómo resolver la situación. Siempre que se justifique que los intereses de Lanzarote van a verse beneficiados, el PSOE no tendrá ninguna intención de situarse en posiciones de ultimátum. El escenario que nosotros contemplamos es que prime la cordura y seamos capaces de formalizar un acuerdo beneficioso para la isla.
- ¿Y no le parece razonable la opción por la que apuesta ahora la presidenta, de incluir al menos un esbozo con sugerencias en el Plan Territorial, aunque luego se elabore un documento específico posterior?
- No voy a entrara valorar lo que dice Inés (Rojas), yo me mantengo en lo que digo. En este momento toca dar cumplimiento a la exigencia de desclasificación. Es la única manera en la que estaremos legitimados para justificar nuevos consumos territorio.
- ¿Y no es compatible hacer ambas cosas en este documento?
- Me remito al contenido del gabinete científico, que deja bien claro que no es ni oportuno ni adecuado hacerlo.
- Respecto a ese informe del Gabinete Científico del Consejo de la Reserva de la Biosfera, ya hay quien afirma está hecho "por encargo", y que es su respuesta a la presión que está recibiendo de los alcaldes y de sus propios socios de gobierno.
- Yo no contesto rumores. Si alguien es lo suficientemente mezquino como para jugar con la honorabilidad de los integrantes del Gabinete Científico, lo menos que puede hacer es cuestionar su independencia de una manera pública, y no ampararse en la insidia.
- ¿Y qué significa para usted este informe?
- Este informe, más allá de la satisfacción personal que significa verse respaldado por gente de la talla de los integrantes del Gabinete Científico, me parece que viene a centrar de manera meridiana el verdadero debate. Tenemos una urgencia que es proseguir con la desclasificación de las 26 mil camas, y un reto que es hacer más competitiva Lanzarote como destino. El informe deja claro que ambos son importantes, pero también establece que la manera de abordarlos no es en un 'totum revolutum`, sino cada uno con los instrumentos adecuados, con el rigor y la seriedad que se precisan.
-¿Cree que con esto se está intentando retrasar la desclasificación de esas 26 mil camas?
- Las razones por las que se dilata o por las que se quieren introducir otros contenidos, no le corresponde explicarlas al Partido Socialista.
- ¿Peligra el Grupo de Gobierno?
- Eso tendrán que decirlo otros.
- Pero el PSOE también tendrá algo que decir. ¿En lo que a ustedes respecta, esto no va a afectar al pacto?
- El PSOE entró en este grupo de gobierno con unos objetivos muy claros, que además se difundieron públicamente. Estos compromisos fueron asumidos también por nuestros socios, y en todo caso serán ellos quienes tendrán que explicar los cambios de postura. En el programa de gobierno que consensuamos al firmar el pacto en el Cabildo hablábamos de la desclasificación 26 camas y de profundizar en contención. Luego, en un apartado diferente, planteábamos la necesidad de potenciar oferta turística, y de un plan específico de oferta complementaria.
- ¿Y por qué cree que surge este debate ahora, justo cuando el Plan estaba a punto de ver la luz?
- Eso deberán explicarlo aquellos que nos trasladan la sensación de que se marchó el último tren. Pero personalmente, puedo pensar que se trata de poner precio a la desclasificación de las 26 mil camas. Dicen: "para que esto salga, habrá que acceder a esto".
- ¿No es mucha desconfianza hacia tus socios?
- No estoy hablando de mis socios, estoy hablando del ambiente que se ha generado, desviando la polémica a la oferta complementaria, cuando nuestro verdadero reto es la desclasificación. Sobre todo teniendo en cuenta que una vez abordada esta desclasificación, nos quedará todavía un importante parque de suelo con derechos urbanísticos consolidados, que nos obligaría a estar planteándonos en este momento con qué mecanismo, con qué recursos financieros podríamos afrontar una desclasificación que lleve aparejados procesos indemnizatorios.
- La oposición e incluso los alcaldes, afirman que si el debate no se ha abierto antes es porque usted ha tenido el documento "escondido". ¿No cree que hay algo de razón en que se ha explicado muy poco de ese documento?
- He de reconocer que por parte de la oposición se ha tenido un cierto éxito con este slogan. Haciendo olvidar en algunas ocasiones que el contenido del Plan Territorial Especial, sus líneas maestras, fue expuesto de manera pública tanto al Grupo de Gobierno, como a la oposición, como al Consejo de la Reserva de la Biosfera, como a los alcaldes (con excepción del de Haría)... A partir de ahí, la única noticia que se podía dar es que los trabajos avanzaban en la medida en que lográbamos obtener datos con respecto a aquellos núcleos turísticos de los que carecíamos totalmente de información. El Plan Territorial es un documento eminentemente técnico, muy árido y con unos objetivos tan concretos y tan tasados que por más que me gustase, no podían ser convertidos en noticia, más allá de repetir que estábamos desclasificando 26 mil camas, estableciendo ritmos de crecimiento y elevando los estándares de calidad.
- Sin embargo, y en medio de esta polémica, usted sí mantuvo una reunión el pasado viernes con varias asociaciones para explicarles el tema. ¿Por qué no se anunció públicamente, o se invitó a más colectivos?
- Sólo fue un encuentro con algunos colectivos que me pidieron una reunión. Yo a diario recibo en la Consejería a mucha gente, y no se hace pública la convocatoria. En algunas ocasiones he recibido, porque así me lo han solicitado, a distintos colectivos o asociaciones, y esta vez también lo hice.