La denuncia de un ciudadano nos da pie para preguntarnos hasta dónde llega la responsabilidad de las compañías aéreas a la hora de responder por el deterioro del equipaje.
El viajero presenta la reclamación en el departamento de Atención al Cliente y la respuesta textual es: "no podemos aceptar responsabilidades por daños en los equipajes inherentes al uso y manejo de los mismos, tales como ruedas, correas y asas, los cuales además tienen ciclos de vida determinados por fabricante y cuya duración puede variar en función del peso que se cargue en la maleta".
Lo aconsejable: ir a Consumo
El discurso de las aerolíneas es casi idéntico, pero esta redacción pudo averiguar que, a pesar de lo que dicen en primera instancia, pagan cuando el cliente transmite la queja a la oficina de Consumo del Cabildo insular. Es decir, que depende de lo quejica que sea el cliente pagan o no. Sin embargo, mucha gente ‘pasa', como se dice en el jerga popular, por temor a perder tiempo en la tramitología de la administración pública.
Los objetos perdidos, otro cantar
Las compañías aéreas no se hacen responsables de los objetos perdidos que viajan en el interior de las maletas si el pasajero no ha declarado previamente su valor, pero es casi una excepción que un viajero lo haga. Entonces, la única forma de comprobarlo sería sacando la diferencia entre el peso del equipaje al momento de facturar y el peso al recibirlo en destino.
Las compañías pesan los bultos para comprobar si hay exceso de equipaje, pero no reflejan esa información en los datos del vuelo. Utilizan pesos estándar, que para los vuelos nacionales es de 11 kilos por maleta y para los internacionales de 13 kilos, a menos que haya exceso de equipaje y quede reflejado en el recibo de pago que se le entrega al viajero.
