Apenas quedan unos esbozos de pintura y resultan imperceptibles a primera vista ? uno se pregunta cómo pudo percatarse el obrero que los encontró ?, pero los murales descubiertos durante las obras de rehabilitación de la Casa de la Cultura de Agustín de la Hoz tienen una trascendencia histórica, ya que aportarán importantes datos sobre la manera de trabajar de César Manrique, durante la primera etapa de su trayectoria, cuando estudiaba en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
Por este hecho, el Ministerio de Cultura ha procedido a la protección de las pinturas con el fin de que se sigan desarrollando los trabajos de rehabilitación de la Casa de Cultura. Una vez finalizados, será posible la restauración de los murales, pero no su reconstrucción, ya que como ha advertido, atinado, el técnico del Instituto de Patrimonio Histórico Español del Ministerio de Cultura, Antonio Sánchez-Barriga, encargado del proyecto, "no somos César Manrique". Y es que la perspectiva de estos trabajos es "arqueológica". "Cuando encuentras unas ruinas de un edificio, no te da por construirlo, pero los restos aportan datos", ha ilustrado el técnico especialistas en murales.
Ahora, las partes que se mantienen han quedado recubiertas por una lámina especial de papel adhesivo con un gel que "no produce sales, ni moho" y que por tanto garantiza la conservación hasta que se puedan restaurar. También se van a instalar unos muros de PLADUR, una especie de yeso laminado, frente a las pinturas, pero sin tocarlas, a modo de salvaguarda. Cuando el edificio quede inaugurado, se podrá comenzar con la restauración. Según el técnico del proyecto, será posible rescatar algunas partes más que habían sido recubiertas de pintura y por tanto, interpretar los diseños que Manrique aplicaba y que arrojan gran influencia de los "muralistas de Madrid".
El hallazgo se produjo el pasado mes de junio por uno de los trabajadores de las obras que se estaban realizando en el edificio. La ausencia de especialistas en el Ayuntamiento de Arrecife, llevó al concejal de Cultura, Miguel Ángel Ferrer, y a la Fundación César Manrique (FCM) a solicitar la colaboración del Ministerio, que elaboró un informe previo en el que se aconsejaba conservar los restos de pintura, "aunque estuvieran muy deterioradas", porque guardaban información sobre las técnicas de pintura utilizadas, la policromía y formas que César empleaba, etc. "El primer estudio que se ha realizado químicamente aporta datos sobre cómo trabajaba", explica Sánchez-Barriga.
Dos murales
Al atravesar la puerta de la Casa de la Cultura, uno accede a lo que fue el bar del antiguo Casino de Arrecife. Lugar donde Manrique pintó uno de sus primeros murales entre 1947-1948, y que está documentado fotográficamente. Sus restos permanecen hoy en la pared lateral izquierda, pero a uno le cuesta reconstruir la imagen que recoge la fotografía.
En la pared frontal, que pertenece a la fachada, se encuentran los restos de la otra obra. La única referencia que existe sobre ella es una noticia de una publicación local donde se informa sobre la llegada de "un joven artista que estudiaba en Madrid e iba a venir a Lanzarote para pintar cuatro murales en el Casino". Se piensa que podría tratarse de uno de ellos, pero son indicios que habrá que investigar cuando se lleve a cabo la restauración.
Los murales, que fueron realizados en óleo sobre cal, han aparecido recubiertos por capas de pintura que se han ido aplicando a los largo de estos 60 años, lo que ha provocado el deterioro y desaparición de gran parte de la obra. "Hemos encontrado casi cuatro capas de pintura y cuando se pinta a la cal se produce una concreción que hace que la pintura se caiga", argumenta sobre el desperfecto de los murales.
Aún así se espera rescatar más dibujo original en la fase de recuperación. En cuanto al estudio de la obra, el Ministerio de Cultura también realizará un diagnóstico paralelo al de la FCM, que será posible gracias un hallazgo, que ya tiene su hueco en la historia artística de Manrique... y Lanzarote.
