El portavoz de Podemos en el Consejo de la Reserva de la Biosfera, Carlos Meca, ha recordado que "la cuestión territorial en Lanzarote es un asunto de primer orden, una herencia preciosa que tenemos todos los conejeros desde los tiempos de Manrique y una seña de identidad inseparable de quienes hemos defendido para esta isla un modelo diferente al de la masificación, para quienes hemos defendido la calidad frente a la cantidad y que no se trate el suelo como un simple objeto de mercado. Vivimos en una isla que ha sufrido de manera especial los embates de la corrupción urbanística, que contamos por decenas los casos de hoteles ilegales, puertos deportivos, campos de golf y bodegas ilegales, que tenemos aún viva la imagen de la playa de El Berrugo siendo saqueada por la codicia de los mismos empresarios que hoy aplauden enfervorizados el contenido de esta Ley del Suelo".
A juicio de Podemos, "venimos de años duros, venimos de años, allá a comienzos de siglo, en los que el Cabildo de Lanzarote se veía obligado a denunciar a los ayuntamientos de Yaiza y Teguise por incumplir el Plan Insular y por saltarse a la torera la moratoria, venimos de años de alcaldes que no se acordaban de leer las licencias que firmaban o de alcaldesas que se iban de viaje a Tanzania con el secretario municipal invitados por una constructora, venimos de años de técnicos municipales comprados con el dinero de los empresarios que pedían esas licencias, venimos de años de delincuencia urbanística generalizada, perpetrada por las mismas personas a quienes ustedes, a través de esta Ley, pretenden darles el poder absoluto para decidir lo que se puede hacer y lo que no en cada municipio".
Sobre la imposibilidad del Cabildo de desclasificar suelo que recoge el dictamen del gabinete científico, Podemos recordó que "ya hemos preguntado en varias ocasiones qué fue de aquel Plan Territorial Especial que permitía desclasificar entre 25.000 y 39.000 camas. Ni una sola respuesta. Quizá ya vaya siendo hora de que reconozcan, no solo que no lo van a sacar del cajón, sino que con esta nueva y flamante Ley del Suelo será imposible que el Cabildo desclasifique ni una sola cama más, tal como alerta el dictamen del gabinete científico. Díganlo claro, porque el titular es impactante. El grupo de gobierno del Cabildo agacha la cabeza ante el gobierno regional y renuncia a la única herramienta de que disponía para parar el crecimiento turístico. El grupo de gobierno traiciona las propias competencias del Cabildo y con ellas los intereses de los ciudadanos de esta isla".
Acerca del argumento defendido por los redactores de la Ley relativo a la complejidad jurídica existente, Meca señaló que "hablan de marañas legislativas como si las 16 o 17 modificaciones del planeamiento realizadas en las últimas décadas las hubiese hecho la oposición. Han sido ustedes, señores de Coalición Canaria, quienes han creado la maraña porque se afanaban en buscar resquicios a la Ley para tratar de colar lo incolable. Un solo ejemplo. Los planes de modernización turística, pensados para rehabilitar la planta alojativa obsoleta y las zonas turística degradadas, han servido para que en esta isla se esté construyendo un delfinario en suelo rústico, al margen de la ordenación municipal y al margen del Plan Insular. Esa es la maraña de la que nos hablan, creada por ustedes para defender los mismos intereses que apoyan esta Ley del Suelo, y usada ahora como excusa para dar una vuelta más de tuerca a las políticas neoliberales que pretenden instaurar la barra libre en Canarias. Por eso, venir a decir en la isla del Son Bou, en la isla de Marina Rubicón y en la isla de Stratvs que la regulación ha generado costes sociales, traducidos en efectos sobre el empleo y el crecimiento económico, es otra broma de pésimo gusto".
A juicio de Podemos Lanzarote, "esta Ley del Suelo es un insulto a la historia de esta isla y es un insulto a sus habitantes, que mayoritariamente se han manifestado a favor de políticas sostenibles y de contención del crecimiento. Es un insulto a la inteligencia colectiva que en esta isla de manera particular se ha movilizado para aspirar a un futuro distinto al que nos marca el neoliberalismo salvaje que esta ley representa. Y es un insulto a los agricultores de la isla, que se ven de frente con el riesgo de ser expulsados de sus tierras".