Imágenes: Sergio Betancort
"Esto no es un capricho, es una necesidad. Queremos un colegio nuevo ya". Así rezaba una de las muchas pancartas que en la mañana de este miércoles inundaban el patio del CEIP La Destila. Padres, alumnos y profesores del centro se concentraban a primera hora de la mañana en el patio del colegio en reclamo de un nuevo centro.
"Ventanas rotas, humedades, cascotes del techo que se caen, baños que se inundan?". Éstas son algunas de las cosas que, según afirma la directora del centro, Eva Ramírez, forman parte del día a día del CEIP La Destila. Una realidad que llevan "más de dos décadas" viviendo y frente a la que, por ahora, no ha llegado "ninguna solución".
Padres y profesores de La Destila llevan años luchando por la construcción de un nuevo centro para que los niños puedan contar con "unas instalaciones dignas". En las aulas, son muchos los desperfectos que se pueden encontrar. En muchas de ellas, las ventanas no se abren y, en la mayoría, los techos presentan humedades. Incluso, en una de las clases se puede observar como los niños están arrinconados en un lado de la clase, por miedo a que se caiga el techo. Y es que, según explica la profesora, "el año pasado ya cayeron cascotes del techo en este aula y se tuvo que trasladar a los niños a otro sitio". "Ahora, con las lluvias de hace dos semanas, han vuelto a salir humedades y tengo miedo de que esto se venga abajo", relata.
De hecho, el centro tuvo que suspender sus clases durante un día después de que se inundase como consecuencia del fuerte temporal que azotó la isla. "Aquel día entraron hasta ratas, aunque no es la primera vez que ocurre. A veces los niños van al baño y vienen diciendo: Señorita, en el baño hay un bicho con rabito", cuenta la directora del centro.
El centro, además de presentar numerosos desperfectos, cuenta con "unas infraestructuras precarias", afirma Eva Ramírez "No hay ni gimnasio. Siempre tienen que dar esta clase en el patio y cuando llueve se tienen que quedar en el aula", cuenta la directora del centro. "La educación tiene que ser igual para todos y si hay colegios que están perfectamente bien, ¿por qué estos niños no pueden estudiar en un centro en condiciones", se pregunta Eva Ramírez.
Cansados de esperar
Los padres de los alumnos se encuentran "cansados de esperar" y solicitan que se encuentre "una solución ya". "Nos sentimos abandonados por las instituciones. Este colegio lleva años funcionando y nadie se preocupa por intentar solucionar la falta de infraestructuras que tiene. Todo está abandonado a la mano de Dios", señala Javier Pérez, padre de uno de los alumnos. "Creo que no hay un colegio en toda Canarias que esté como éste. Bastante hace el profesorado con las infraestructuras penosas que tienen", añade.
"Yo tengo dos hijas que estudiaron aquí y ahora tengo otra en primer curso. Esto es una batalla y sentimos una impotencia horrorosa. Sabemos que las cosas ahora están como están, pero esto es una necesidad. Y hay que hacerlo por las generaciones que vienen", manifiesta por su parte una de las madres, Elsa Guerra.
Otra de las madres no entiende que el centro se encuentre en estas condiciones. "Los niños llevan años sufriendo y esperando a tener un centro en condiciones. Yo estudié hace 30 años y en mi centro había un gimnasio y un patio con techo para cuando llueve. No entiendo por qué aquí no lo hay", señala Begoña González.
Pero los padres no sólo están cansados, sino que sienten miedo por lo que les pueda pasar a sus hijos. "Sentimos miedo de que un día les pueda pasar algo. Cuando llovió, mi hija estuvo tres días sin venir al colegio", relata Elsa Guerra. "El día que pase una desgracia, que Dios no lo quiera, vendrá todo el mundo, pero lo que hay que hacer es evitar que esto ocurra", señala por su parte Manuel Martín, otro de los padres
Desahucio de las viviendas
El problema para poder iniciar la construcción del nuevo colegio de La Destila reside en las viviendas que se encuentran anexas al centro. Estas casas se construyeron hace más de 50 años para ser habitadas por el profesorado, ya que la antigua ley así lo exigía. Sin embargo, tal como ya reflejó La Voz en un reportaje sobre este desalojo, a excepción de un profesor que continúa residiendo en una de ellas, [el resto de casas están ocupadas ->http://www.lavozdelanzarote.com/article46216.html] por personas que nada tienen que ver con la enseñanza.
El Ayuntamiento inició el pasado mes de octubre el expediente de desahucio de esas viviendas después de que el Gobierno de Canarias así lo exigiese, con el fin de derribarlas y construir un nuevo colegio sobre los mismos terrenos. Este colegio se construiría en dos fases. En una primera fase se derribarían las viviendas y se construiría el colegio como tal. Después, los alumnos se trasladarían aquí y se iniciaría una segunda fase, donde se derribaría el edificio del colegio actual y se construirían las canchas deportivas y otras instalaciones. "Sólo pedimos que empiecen con la primera fase del colegio. Que derriben las viviendas de una vez y se haga el colegio nuevo para que nos podamos trasladar a él y luego ya terminen la segunda fase", manifiesta la directora del CEIP La Destila, Eva Ramírez.
Ramírez cree que el problema de que el nuevo centro de La Destila no haya sido construido ya reside en "la incompetencia de las autoridades". "Estoy cansada. Siento que se ríen de nosotros. Pedimos y nada. A veces llamamos para que vengan a arreglar una puerta y nos dicen: No, porque como lo vamos a tirar... Y así siempre. ¿Y mientras cómo vivimos?", señala Ramírez.
Aún así, la directora del CEIP La Destila tiene esperanza en que todo llegue a buen término. "Hemos esperado mucho tiempo y ya es hora de que tomen cartas en el asunto. Yo no pido para mí. Pido para los niños, que puedan estar en unas condiciones óptimas y contar con un nuevo centro con instalaciones deportivas y comedor", concluye Eva Ramírez.
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