Acompañados por sus familias, el equipo Ericsson abandonó Lanzarote tras un año de entrenamiento para participar en la regata más dura alrededor del mundo

Nómadas de la vela

Los 50 miembros que forman el equipo, entre la tripulación de ambos barcos (20 personas en total) y el personal de "apoyo en tierra", se trasladaron con sus familias a la isla de los volcanes al inicio del ...

23 de septiembre de 2008 (23:14 CET)
Nómadas de la vela
Nómadas de la vela

Los 50 miembros que forman el equipo, entre la tripulación de ambos barcos (20 personas en total) y el personal de "apoyo en tierra", se trasladaron con sus familias a la isla de los volcanes al inicio del curso pasado. Como una particular 'tribu nómada moderna', el heterogéneo grupo escogió Puerto Calero como lugar de entrenamiento por sus inmejorables condiciones climáticas y por considerarlo un lugar 'cercano' al país de origen de la mayoría de ellos: Suecia.

Regatistas experimentados de todo el mundo, algunos de ellos con medalla olímpica y buenas clasificaciones en otras competiciones, cuentan, en la Volvo Ocean Race, con dos barcos 'de última generación', que surcan los mares a una velocidad de vértigo.

A Lanzarote no vinieron solos. Sus familias se trasladaron también, como algunas ya hicieran en Valencia con motivo de la Copa América. Acostumbradas a viajar, las mujeres y los niños, de orígen nórdico en su mayoría, aunque proceden de muy diferentes lugares del planeta, cambiaron durante un año los frondosos bosques de Suecia, Inglaterra o Nueva Zelanda, por un paisaje con el predominio del marrón en tierra y el azul del entorno.

"Cuando me dijeron que entrenaríamos en Lanzarote durante un año, sinceramente, la idea no me gustó mucho, no conocía mucho el archipiélago canario y me parecía un lugar bastante recóndito", explica Anna Goyne, la 'assistant team', que se encarga de dar apoyo logístico y humano a la tripulación y al resto de componentes del equipo

durante los dos años que dura la aventura: un año de entrenamiento y nueve meses que dura la competición.

Ahora, que Anna ya puede contar con los dedos de una mano cuántos días le faltan para despedirse definitivamente de la isla, asegura que le da mucha pena irse. "Aqui hemos estado muy a gusto, la isla nos ha encantado, nos hemos sentido muy cómodos tanto en nuestro lugar de trabajo, Puerto Calero, como en el resto de Lanzarote. Hemos hecho muchas amistades", explica. En el grupo, nos dice, los hay hasta quienes se están planteando venir a vivir aqui de forma permanente.

El equipode tierra y los familiares seguirán la regata puerto a puerto a lo largo de las diferentes estapas que componen la carrera.

Con la familia 'a cuestas'

Los miembros del equipo Ericsson y sus familias se han integrado perfectamente, durante el año que han vivido en la isla. "Uno de los compañeros del equipo incluso participó en el triatlón Ironman", asegura Kelly Hoyland, una joven inglesa de Yorkshire que acompaña a su pareja en la aventura alrededor del mundo. Él, Ryan Godfrey profesor del equipo de tierra y 'trimmer', se encargará también de dar las clases lectivas a los más pequeños de la expedición a lo largo del mundo.

Kelly por su parte, tuvo que buscar trabajo apenas llegó a la isla, algo que según relata con sorpresa no le costó mucho. "Al día siguiente de llegar me llamaron de una guardería de Playa Honda para que diese las clases en inglés", asegura satisfecha Kelly.

Y es que las familias de la tripulación, también viajan durante los nueve meses siguiendo la regata por los puertos en los que harán las distintas etapas. Por eso, y para que los niños no pierdan el curso escolar llevan incluso un profesor particular para la travesía. Linda Clark es otra de

las parejas de la tripulación y tiene una hija de nueve años, Isabella que durante su estancia en Lanzarote estudió como el resto de los niños en un colegio en Puerto del Carmen.

"Estamos encantados de la acogida que hemos tenido aquí", comenta Linda quien asegura que Puerto Calero es un sitio perfecto para vivir. "Todo está cerca, y es un lugar seguro para que nuestros hijos estén solos en la calle", dice. A ella también le da pena partir de la isla pero por otro lado, según asegura, "también tenemos muchas ganas de continuar con la aventura que nos va a llevar a lugares tan dispares como Sudáfrica, India o China".

Otros, según cuenta Anna, están planteándose volver a la isla para vivir permanentemente cuando acabe la competición de la Volvo Ocean Race y es que "la mayoría de nosotros ha conectado de forma especial con la isla por lo que de una manera u otra volveremos, ya sea para quedarnos una temporada tras la competición o para visitar a algunos buenos amigos que hicimos durante nuestra estancia", dice Anders Lewander, capitán del equipo nórdico.

Joel Rewa Morgan, Fisioterapeuta y dietista a bordo

El joven neocelandés, Joel Rewa Morgan es el fisioterapeuta del equipo y entre sus cometidos, además de tratar y cuidar físicamente a la tripulación y las posibles lesiones que puedan producirse durante la regata, se encarga de la alimentación a bordo.

Dado que durante la competición alguna de las etapas, como la que conecta China con Brasil, les obligarán a permanecer sin tocar puerto durante aproximadamente un mes, "es muy importante tener todo previsto en cuanto a la alimentación", asegura Joel.

Comida deshidratada es lo que comerán los regatistas durante esos largos periodos de navegación en alta mar pero según asegura Joel no falta de nada en el menú que se caracteriza por un gran contenido en hidratos de carbono. "Tenemos pollo al curry, pasta y arroces variados", explicaba.

Lanzarote, un paraíso para la vela

La experiencia de navegar en aguas conejeras ha sido todo un éxito para los dos barcos del Ericsson que participan este año en la Volvo. Así lo explicaba el capitán del equipo nórdico, Anders Lewander quien aseguraba que "las condiciones de los vientos para la navegación han sido inmejorables", lo que les ha permitido emular todas las alternativas con las que se podrán encontrar en su recorrido por los cinco continentes. Y es que en el año que llevan entrenando en Lanzarote, asegura que sólo en cinco ocasiones no pudieron salir a navegar debido a las condiciones atmosféricas.

"Seguramente se tendrá muy en cuenta la calidad de la zona para navegar a la hora de plantearse el próximo lugar de entrenamiento para la siguiente carrera", dice Lewander quien además añade que, "también sabe de otros equipos nórdicos participantes en otras regatas que están pensando en instalarse, como el Ericsson, en la isla para próximas ocasiones.

Durante su estancia en la isla, el equipo de Ericsson para la Volvo Ocean Race se preparó a conciencia para ganar esta difícil prueba que recorrerá los cinco continentes y cuya etapa más larga les mantendrá alejados de puerto durante aproximadamente un mes. Las excelentes características de los vientos del archipiélago les permitieron enfrentarse a muy diferentes condiciones, emulando aquellas que se encontrarán a lo largo de los diferentes océanos y mares que van a recorrer.

"Hemos estado muy agusto aquí, no sólo por las buenas condiciones atmosféricas de las que hemos disfrutado y de las instalaciones de Puerto Calero que son fantásticas, sino porque hemos disfrutado mucho junto con nuestras familias, que también se trasladaron con nosotros. La isla es ideal para practicar todo tipo de deportes tanto acuáticos como terrestres", comentaba el capitán Lewander.

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