¿Cómo valora su paso por la Comisaría de la Policía Nacional de Arrecife?
Ha sido un buen balance. Casi la totalidad de las cosas que han ocurrido se han resuelto. Tuvimos el año pasado un repunte de algún tipo de delitos, que ya se han solucionado y se ha bajado un 19,52 la tasa de delitos desde el año pasado, que está muy bien. Con la inauguración de la nueva Comisaría, algunos aspectos también han mejorado.
¿Entró con algún proyecto para llevar a cabo? ¿Lo ha cumplido?
La verdad es que el grupo de Atención a la Familia se reforzó y se cambiaron los efectivos y eso está dando muy buen resultado, tanto con las mujeres maltratadas como otros temas familiares. Se han resuelto casi todos. En cuanto al tema de las muertes del pasado año, con Cathaysa el caso sigue bajo secreto de sumario; con Yasmila se identificó al autor, y en la muerte de Yuliza, ya hay un detenido. En cuanto a los DNI, pasaportes y temas de extranjerías, en el tiempo que hemos estado se ha implantado el nuevo DNI electrónico y se han acabado las colas. Ahora damos citas previas y está funcionando perfectamente, aunque ahora nos dan poco números.
¿Se lleva algún sinsabor de esta etapa?
He estado muy a gusto, me vine aquí voluntario y tanto con el personal de la Comisaría como con las circunstancias estaba a gusto. La verdad es que me ha ido muy bien. A veces me he encontrado con altibajos pero he tenido más satisfacciones que decepciones.
Se rumorea que su marcha tiene que ver la presión de "algún agente"
No. Cuando ha habido algún incidente, que han sido muy pocos, se ha resuelto bien, en general bien. El hecho de haberme marchado a Madrid es por el puesto que me han ofrecido, porque es a nivel nacional y porque está mi familia, que también cuenta. Yo echo mucho de menos aquello.
¿Se va entonces por motivos personales o profesionales?
Ha sido una mezcla de los dos. En el nuevo puesto tengo más proyección que en una Comisaría local, pero sé que voy a perder calidad de vida. Porque en Lanzarote, aunque se tenga trabajo, cuando se tienen horas libres se tarda poco en moverse. Pero en Madrid, las pocas horas que tienes las pasas montado en el coche.
¿Cuando se incorporó al cargo, notó la polémica que se había desencadenado en el cuerpo cuando, antes de que usted entrara, el decano del Colegio de Abogados denunció el comportamiento de un agente policial y protagonizó incluso un enfrentamiento en los medios con el anterior comisario, Raimundo Villanueva?
Había rumores. Hablé con el decano, Francisco Torres Stinga, y hemos tenido un trato muy bueno. También con los fiscales y con la adjudicatura. El otro día estuve despidiéndome de ellos y la verdad que me siento muy contento. Cuando ha surgido alguna cosa me he entrevistado con ellos y no ha habido ningún problema.
¿Y qué ocurrió con el agente, al que se acusaba de tratar indedidamente a abogados y detenidos?
Le habían destinado a otro sitio, pero cuando entré en el cargo, él volvió. Yo llegué en agosto y él creo que llegó en octubre. Ahora está en los coches, en patrulla, y no hay ningún problema. Cumple con las normas porque sabe lo que hay. Si saca los pies del tiesto, se aplica el reglamento y ya se sabe lo que hay.
¿No se le ha abierto expediente?
No. Si no se abrió expediente en esa época... Él ahora está trabajando.