"Iba a pedir mi dinero pero me decían que no había, que si el pienso no se vendía, que si no me podían pagar?eso me decían los mismos que ahora están gobernando". Manuel asegura que con Higinio Hernández hablaba para pedirle un millón de pesetas en forma de pagaré que le adeudaban del año 93 y todo el dinero que le debían del año 1994, "con Dimas Martín también lo hablé".
Manuel llevaba al Complejo entre 400 y 500 litros de la leche de sus doscientas reses casi todos los días. Hasta que se abrieron sus instalaciones, los ganaderos vendían su leche a la quesería de San Bartolomé por 50 pesetas el litro, "pero llegó Dimas y dijo que nos la compraba a 82 pesetas el litro" recuerda el ganadero, "así que todos nos fuimos para la quesería del Complejo y la de San Bartolomé tuvo que cerrar". Era una buena oferta que no podían rechazar, pero el problema es que según Manuel Arbelo "Dimas sólo nos pagó dos meses".
No le cuesta mucho esfuerzo recordar nombres y apellidos de otros ganaderos que tampoco recibieron nada por la leche de sus reses aunque con amargura reconoce que a él, es a quien más dinero deben, "me daban pagarés y para que no me marchara un día me pagaban 50.000 pesetas y otro día 100.000".
El ganadero, como muchos otros, no acudió a los tribunales por falta de dinero y doce años después afirma no tener ninguna esperanza de cobrar. Ahora vende su leche a la empresa Maxorata en Fuerteventura, que aunque "se paga muy barata, por lo menos paga todos los meses" apunta Manuel, quien no confía en que los políticos vayan a sacar delante de nuevo el Complejo Agroindustrial porque "siempre me han engañado". Cree que lo que deben hacer los políticos es "dejarse de tonterías y que den la quesería a los ganaderos para que la explotemos nosotros".