Unos 160 niños, de entre 5 y 10 años, y 40 jóvenes, de entre 11 y 17 años, se despidieron del programa "Vive el verano en los centros socioculturales", que fue organizado por el Ayuntamiento de Yaiza con el objetivo de conseguir que los participantes tuvieran un verano "más productivo, sin renunciar al goce". Además, este proyecto posibilitó a muchas familias del municipio compaginar la vida laboral con la atención de sus hijos durante los meses de vacaciones.
El proyecto contó con 12 monitores del departamento de Educación y Cultura, además de cuatro profesores de apoyo escolar para jóvenes pendientes de recuperación en septiembre y cinco voluntarios universitarios que realizaron prácticas a cambio de créditos. La alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, y el concejal del área, Francisco Guzmán Rodríguez, que presidieron el pasado viernes el acto de clausura, agradecieron el compromiso y la dedicación de cada una de las personas que trabajaron en el programa y "la inmensa colaboración de entidades y colectivos que apostaron fuerte por el proyecto".
Para los beneficiarios, el único gasto, de carácter opcional, fue los 3 euros que había que asumir por la excursión de los viernes. Las actividades se desarrollaron en los centros socioculturales de Uga y Las Breñas, en la Casona de Femés y en las bibliotecas municipales de Yaiza y Playa Blanca.
La jornada de cierre, en la que concejales del grupo de gobierno entregaron diplomas y confraternizaron en un almuerzo con participantes, familias y monitores, se celebró en el centro de ocio de Las Casitas de Femés.
Niños y jóvenes tuvieron durante julio y agosto refuerzo escolar, talleres, manualidades (expuestas el día de la clausura),divertidas excursiones, entre ellas, a la isla de La Graciosa, visita a Montañas del Fuego con paseo a camello y visita al Museo Aeronáutico, jornadas deportivas y caminata por Las Breñas. Asimismo, los jóvenes participaron de talleres orientados al voluntariado y jornadas formativas, además de actividades de entretenimiento tales como el paintball, y la asistencia al encuentro insular en Tinajo y vivencias como la noche de acampada en Las Casitas, entre otras actividades de distinta índole.
Los participantes expresaron su satisfacción por esta aventura que dejó un muy buen sabor de boca.