Hace años que los empresarios, políticos y también ciudadanos de Lanzarote reclaman a las autoridades regionales que se establezca en el Puerto de Arrecife el Puesto de Control Fronterizo (PIF) con el fin de abaratar el coste de las mercancías exportadas que llegan a la Isla hoy a través del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Ya hace muchos años que se prometió a la Isla que las inspecciones podrían ser realizadas en Arrecife, sin necesidad de pasar por la capital de provincia.
Marcial Martín, director insular de la Administración general del Estado, comentó en el programa Buenos Días Lanzarote de la emisora decana de la Isla que insistirá al Cabildo insular que se esfuerce en traer de una vez por todas el PIF a la Isla de los Volcanes.
El pasado jueves llegó a las manos de Martín toda la documentación correspondiente al PIF.Martín, que recordó que el expediente del proyecto está paralizado desde el año 2000, insistió asimismo que su intención es ponerse "en contacto con el Cabildo para que conjuntamente hagamos lo que tengamos que hacer para que Lanzarote y también Fuerteventura tengamos nuestro propio Puesto de Inspección Fronterizo".
El establecimiento del PIF en Arrecife es fundamental para el bienestar de todos los ciudadanos de Lanzarote. Probablemente se trata de uno de los pocos proyectos con los que realmente saldrá beneficiada la totalidad de la población conejera. Hace tiempo que se sabe que en Lanzarote tenemos la segunda cesta de compra más cara del Archipiélago, sólo por detrás de Fuerteventura. Una de las principales razones de que así sea, por no decir la fundamental, es el encarecimiento de los productos por el transporte a las dos islas orientales. Aquella mercancía perecedera que viene a Canarias exportada desde otros países o de algunos puertos de la península ha de pasar por una inspección que se realiza en el PIF, que para la provincia de Las Palmas se ubica en el puerto de la capital. Y esto en muchos casos obliga a que el género destinado a Lanzarote tenga que pasar obligatoriamente por el puerto de Las Palmas, lo que encarece significativamente el precio final de los bienes. Los empresarios lanzaroteños han insistido muchas veces en la importancia del establecimiento del PIF en la Isla, y parece que a partir de ahora se van agilizar las gestiones para que por fin se convierta en una realidad.
Fraude en la regularización de inmigrantes
Por otra parte, en lo que se refiere a las recientes denuncias de los inmigrantes recién regularizados sobre los retrasos en los plazos de las inspecciones y sobre la estafa a los extranjeros por parte de algunos empresarios, que incluso han llegado a cobrar dinero por estampar su firma en las solicitudes de regularización o que han aprovechado la circunstancia para emplear de forma gratuita a estas personas, comentó Marcial Martín que "el proceso no es fácil y se está trabajando a tope para dar respuesta a los interesados". El Director insular reconoció en relación a los retrasos que "hay muchas resoluciones que no están recepcionadas por los empresarios, quizás por problemas de direcciones, y además hay un montante de solicitudes de normalización que no fueron admitidas a trámite".
En cuanto a la estafa de algunos empresarios, Martín recalcó que en la Dirección insular no se tiene conocimiento de casos concretos, aunque algunas denuncias fueron puestas en manos de "quien se tenían que poner y ahora supongo que se están investigando".
Y es que se han dado multitud de casos en los que los propios inmigrantes han tenido que pagar un alto precio a ciertos empresarios para adquirir un contrato de trabajo que al final, bien por un inicial acuerdo o en otras ocasiones para sorpresa del extranjero, se ha roto sin llevarse a cabo. "Es sólo para conseguir los papeles", comentaba ayer una ecuatoriana cerca de las inmediaciones policiales. "Yo he pagado 2.000 euros por una simple firma de un empresario, sólo para que me den de una vez los papeles. Y conozco gente que, como no tiene dinero, está trabajando gratis por el favor que les hizo el empresario al presentarle su solicitud". Posteriormente, claro está, estos empleadores fraudulentos continuarán aportando, al menos durante seis meses -tiempo mínimo de cotización- una parte proporcional por concepto de la Seguridad Social del el trabajador fantasma al que supuestamente contrataron.
La estrategia del PP
Martín mostró su indignación ante la información publicada por uno de los principales periódicos nacionales insinuando que se estaba haciendo una limpieza de inmigrantes en la Isla al enviar a 80 de ellos al centro de El Matorral en Fuerteventura el mismo día de la llegada del presidente de Gobierno a Lanzarote. Lo que al parecer no se ha tenido en cuenta es que se trata de una práctica habitual al no contar la Isla de los Volcanes con un centro adecuado para alojar a las personas que de forma ilegal llegan de cuando en cuando en pateras hasta el litoral conejero. Como precisamente sucedió esta misma semana cuando arribaron a las costas de la Isla dos de estas embarcaciones con 80 inmigrantes subsaharianos. "Lo que no parece lógico es que lo que se está haciendo habitualmente al trasladar a los inmigrantes ilegales a otros lugares como Gran Canaria o Fuerteventura porque no tenemos un centro de internamiento adecuado sea ahora una polémica". "Creo incluso que si no se hubiese hecho así, la información sería que se está hacinando a los inmigrantes" en condiciones infrahumanas. Martín recalcó que la reacción de los conservadores responde a "una estrategia del Partido Popular para ir desgastando" la imagen de los socialistas, "sin darse cuenta que son ellos los que se están enterrando a sí mismos".