En este sentido, negó que el Cabildo haya emprendido "una cruzada" contra los establecimientos hoteleros, o que tenga intención de "fastidiar" a nadie, sino que simplemente la Primera Corporación tiene la obligación de hacer que se cumpla la ley.
"Los establecimientos que hayan actuado conforme a la legalidad no tienen que estar preocupados y no tienen nada que temer, pero aquellos que no han sido consecuentes con las leyes que existen o las hayan incumplido, entonces sí que deberían estarlo", apuntó Fajardo, quien señaló que son varios los establecimientos que han realizado modificaciones sustanciales con respecto al proyecto inicial, y que no lo han notificado al Cabildo.
Fajardo volvió a reiterar que la actitud de los técnicos y responsables de la Primera Corporación "no es gratuita", ya que en el caso del Papagayo Arena las modificaciones que se produjeron entre el proyecto inicial y la obra resultante superaron los 10.000 metros cuadrados. Además, el Plan Parcial de Las Coloradas únicamente permitía la construcción de establecimientos con un máximo de tres plantas, y el hotel Papagayo Arena tiene un total de doce.
Por todo ello, Fajardo, que calificó estas supuestas irregularidades "de una gravedad absoluta", se mostró muy seguro de que por parte de la Consejería de Turismo "se actuará en consecuencia". En otras palabras, Fajardo asume que Inspección Turística llevará el caso hasta sus últimas consecuencias con el próximo precinto del Hotel Papagayo Arena. "La ley está para todos", afirmó. "Cada uno debe responder de sus propios actos, estoy convencido de que en cuanto el consejero Manuel Fajardo Feo verifique este caso, desde la Consejería de Turismo se tomen las medidas que se tienen que tomar", precisó.
Competencias en materia de sanción
Manuel Fajardo también demandó la cesión de las competencias en materia de sanción para poder actuar más eficazmente y con mayor diligencia contra aquellos establecimientos que no cumplan con la ley. En este sentido, en palabras del vicepresidente de la Primera Corporación, no es lógico que el Cabildo tenga la responsabilidad de otorgar las licencias de apertura y funcionamiento, y en cambio no tenga la potestad de sancionar a aquellos complejos que no respeten la normativa. Y es que resulta de lo más paradójico e incongruente que el Cabildo, institución que decide sobre la concesión de los permisos, no pueda posteriormente ejecutar sus decisiones, sino que la materialización y consecuencia de esas decisiones tengan todavía que ser llevadas a efecto por otra Administración, en este caso, el Gobierno de Canarias, al carecer los cabildos de las potestades de inspección y sanción turísticas, todavía no transferidas, cuestión por cierto puesta de manifiesto en el renombrado informe elaborado al respecto por el jurista lanzaroteño Agustín Domingo Acosta Hernández, a quien la Primera Corporación insular solicitó que realizara un análisis detallado de todos estos supuestos. De igual modo, Manuel Fajardo considera que la remisión de los expedientes por parte de la Consejería de Turismo al Cabildo muchas veces no es todo lo ágil que cabría de desear y se dilata demasiado en el tiempo.
No se tiene "manía" a Yaiza
Por otro lado, el consejero de Política Territorial y Medio Ambiente también quiso dejar claro que la Primera Corporación no guarda ningún tipo de rencor ni tiene "manía" a Yaiza debido a que el Ayuntamiento sureño tradicionalmente les ha ganado todos los pleitos que les han enfrentado al Cabildo. En este sentido, Fajardo volvió a reiterar que la Primera Corporación no puede permanecer impasible ante la vulneración sistemática de las leyes, y que esa es la principal motivación que guía a los responsables del Cabildo para denunciar tales circunstancias. A pesar de ello, Fajardo si mostró su sorpresa ante la defensa que realizó en días pasados el alcalde de Yaiza, José Francisco Reyes, de la empresa privada. "En la resolución no se nombra para nada a la Institución, y por eso no entiendo por qué el primer edil ha salido a defender a capa y espada al complejo hotelero", apostilló Fajardo.
Finalmente, Manuel Fajardo aclaró que los únicos pleitos en dónde se ha discutido la teoría del Cabildo han sido aquellos en los cuáles la moratoria no se hizo bien por el hecho de que faltaba la ficha financiera que debía haber ido para contemplar los posibles derechos indemnizatorios.
