Durante el transcurso de una actuación en el Auditorio de los Jameos del Agua, una pequeña parte del manto de lava que cobija la espectacular sala de conciertos, se desprendió del lugar en el que había permanecido miles de años y cayó justo encima del escenario. No hubo que lamentar ningún herido, pero las alarmas ante la posible inseguridad del recinto para los visitantes, se encendieron. El Cabildo insular encargó un informe técnico sobre la situación en la que se encontraba la gruta y los resultados fueron claros: era conveniente cerrar el auditorio.
Corría el mes de junio del año 2001. Cinco años después, el sobrecogedor escenario protagonista de parte de la vida cultural de Lanzarote continúa cerrado y sus únicos visitantes han sido la letanía de geólogos y científicos que han estudiado a fondo la estructura de la gruta y han intentado, con mayor o menor suerte, determinar las posibles soluciones. Hoy, parece ser que definitivamente, las gradas hechas a base de los caprichos de la naturaleza, volverán a llenarse a finales de 2006.
Ese es al menos el deseo del consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, Pedro San Ginés. Cree que "si las cosas van rápido" el auditorio recibirá el nuevo año abierto. Hasta ese momento queda una carrera contrarreloj en la que tiene que elaborarse el proyecto de restauración definitivo, ejecutarse las obras, lidiar con la burocracia y dotar al milenario auditorio de los más modernos equipamientos con los que hoy día, cuentan los principales escenarios artísticos del mundo.
La redacción del proyecto concreto cuyas soluciones serán aplicadas en los próximos meses en el auditorio, ya ha sido adjudicada a un grupo de ingenieros y expertos.
A partir de este momento, cómo explica el Gerente de los C.A.C.T., José Juan Lorenzo "tienen 2 meses para realizar el proyecto de ingeniería, a partir de esos dos meses, nos damos un plazo de un mes para papeleos, porque hay que llevar el proyecto a todos los estamentos, tienen que dar su visto bueno las áreas implicadas (medio ambiente, patrimonio...) y después la intervención realmente no es tan complicada, lleva un plazo de ejecución de 3 meses".
A la vanguardia de equipamientos
Desde el momento en que los geólogos encontraron después de meses de estudio en la gruta, las posibles soluciones a los problemas estructurales del auditorio, y éstas conclusiones fueron redactadas en un informe técnico que se hizo llegar al Cabildo en octubre de 2005, la consejería de Centros Turísticos, empieza a pensar en esa otra parte importante del auditorio: los equipamientos. "Estamos trabajando sobre cómo vamos a abrir el auditorio y para qué lo vamos a abrir" afirma el gerente de los C.A.C.T., "estamos en contactocon especialistas del mundo de la escena de primer nivel para definir los equipamentos que tiene que llevar un auditorio para conciertos, teatro, ópera". Desde la oficina técnica del Cabildo ya se está elaborando el proyecto para los nuevos camerinos en la superficie y debajo del escenario y además la renovación del auditorio incluye un ascensor que baje desde los nuevos camerinos, una altura de 24 metros, hasta el escenario. Investigaciones, informes, obras y acondicionamiento, dotados con un presupuesto de 2,7 millones de euros.
EL DETERIORO DE UNA GRUTA MILENARIA
Pese a que los Jameos del Agua tienen el mismo origen gelógico que la Cueva de los Verdes, el deterioro se ha hecho patente en el auditorio del Jameo Grande.
Al parecer la bóveda que cubre esta parte es más "fina" que en el resto de los Jameos, es decir, tiene menos capas de lava solidificada y su estructura es más débil que las demás. "Allí dónde la estructura del tubo volcánico está completa, a criterio de los científicos y geólogos,es mucho más sólida", explica José Juan Lorenzo.
Pero no sólo la naturaleza creadora del jameo ha deteriorado la estructura, también la mano del hombre ha tenido su responsabilidad. Cuando en los años sesenta, el artista César Manrique diseñó el centro turístico, cuyas primeras obras concluyeron en 1966, año en que se abrió al público, y fueron definitivamente finalizas en 1976 con el acondicionamiento del auditorio, se utilizó para impermeabilizar la cubierta de la sala de espectáculos restos de las salinas que fueron apisonados, "la idea de impermeabilizar el auditorio fue buena, porque uno de los principales agentes agresores de una cueva es el agua, pero la técnica que se utilizó no era la correcta, aunque era la que se utilizaba en Lanzarote en los años 60 y 70. Al mismo tiempo que se evitaba la entrada de humedad, hizo que se filtrara sal a través de los orificios de la gruta y esas filtraciones contribuyeron a empeorar su estado".
Ya se ha retirado la cubierta salina y la bóveda volverá a ser impermeabilizada con tratamientos modernos.
El informe de los técnicos que durante casi un año han levantado toda la bóveda del auditorio como José Juan Lorenzo explica "piedra a piedra, entrando en los distintos perfiles,en todas las aberturas y con aparatos, topografiando toda la cueva", revela una ingente cantidad de información sobre la gruta, de interés científico y que con el tiempo, será mostrada al público. En ese informe los geólogos dieron las posibles medidas correctoras a aplicar en el auditorio, que tuvieron el visto bueno del Cabildo y la Fundación César Manrique.
Los expertos afirman que la gruta tiene problemas estructurales. Pasada la cúpula de entrada en el auditorio, el jameo es totalmente plano, ha perdido toda la estructura redonda del tubo original que cayó formando las gradas de la sala, así que esa carencia de fuerza, desaparecerá gracias a "una losa de hormigón en la superficie, que no se ve y que sesujeta a través de unos grandes tornillos (pernos) como un puente colgante" según explica el gerente de los C.A.C.T.
Además existen otros problemas denominados de "mediana entidad", que serán resueltos con pernos de cuatro metros cuya misión es sujetar "los hombros de la cueva", grandes bloques de piedra.
El problema que requiere mayor minuciosidad, es el de desprendimiento de las pequeñas piedras de la superficie. Para evitar este extremo, los técnicos barajan la utilización de resinas que unan grupos de rocas y la utilización de mallas para evitar que un posible desprendimiento caiga sobre las gradas o el escenario del auditorio, "es la más fea, pero es provisional, hasta que veamos cómo evoluciona la cueva". Lo que si deja claro José Juan Lorenzo es que "nunca más se va a hacer lo que ocurría hasta ahora: no vigilar la cueva, vamos a monitorizarla para que nunca nos vuelva a pasar lo que ocurrió en el auditorio".
