Los vecinos de Tenezar se echaron este jueves a la calle, acompañados por el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, y por el senador socialista Marcos Hernández, para lanzar un nuevo grito en defensa de sus casas, sobre las que pesa una amenaza de derribo por parte de la Dirección General de Costas.
"El pueblo de Tenezar no entiende por qué Costas quiere demoler la tradición", sostenían los vecinos en una de las pancartas que acompañaron el acto de protesta. De hecho, lo mismo que ellos aseguran que le da encanto a ese pueblo es lo que le está jugando en contra: no cuenta con servicios de agua y luz, por lo que no pueden defender el carácter urbano de la zona.
"Nunca hemos querido estos servicios porque las casas son para nosotros un lugar para descansar, relajarnos y estar con la familia. No tener televisión ni radio es lo que permite hablar con el abuelo, con los hijos o con los vecinos", afirmaba uno de los afectados por los planes de Costas.
Sostienen que las casas que podrían ser demolidas no están pegadas al mar, "como algunos han querido hacer ver", sino "a 80 metros de la costa", por lo que entienden que deberían poder seguir en pie. Además, subrayan lo que consideran una injusticia: que "hoteles declarados ilegales sigan abiertos al público", mientras sus "pequeñas viviendas de fin de semana, con más de 40 años de historia, están amenazadas de demolición".
Se acaba el tiempo
Aunque llevan años con la espada de Damocles encima, recientemente estaban recibiendo cartas de Costas, que Jesús Machín calificaba hace unas semanas de "amenazantes". Ahora, el pasado miércoles la situación se hacía oficial. La Dirección General de Costas publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas la "incoación del expediente de recuperación del dominio público ocupado por varias edificaciones en la zona de Piedra Mansa, en el núcleo de Tenézara, en Tinajo".
En el anuncio, se dejaba constancia de que los afectados tenían ocho días para personarse en el expediente, formular escrito de alegaciones y presentar las pruebas que, en su caso, estimen convenientes para su defensa. Transcurrido el plazo de alegaciones o si éstas son desestimadas, Costas adoptará "las medidas necesarias para la recuperación posesoria del dominio público ocupado, mediante ejecución subsidiaria y desahucio". Pero antes de que llegue ese momento, los vecinos intentan agotar todas las vías para salvar sus viviendas.
