Los trabajadores de los Centros Turísticos rechazaron el pasado viernes varias propuestas dirigidas al funcionamiento del personal, que están incluidas en el Plan de Viabilidad, presentado por al consejera Astrid Pérez. Según el miembro de Intersindical Canaria, Antonio Bonilla, lo que "en realidad" se llevó a votación fue "un ultimátum" que les dio la empresa, y que la inmensa mayoría de los empleados rechazó.
Así, el viernes se votaron varios puntos, como los referidos a los turnos del trabajo, a las horas y al salario. "Lo que no se aprobó el viernes eran unas propuestas sobre recortes que hizo la empresa, recortes a los trabajadores", ha afirmado Bonilla este lunes en Radio Lanzarote.
Y es que, según ha indicado, los empleados ven bien esos recortes, porque son conscientes de que los Centros Turísticos atraviesan una grave crisis, pero lo que no entienden es "por qué siempre tenemos que sufrir nosotros". "La empresa no tiene claro dónde quiere llegar, no hace nada para ahorrar. El otro día, sin ir más lejos, el señor gerente se compró una silla de 580 euros, porque le dolía la espalda. Dentro de los CACT seguro que hay una silla que sea cómoda", ha denunciado este sindicalista.
"Los trabajadores nos damos cuenta de que llevamos dos años intentando que la empresa haga recortes, pero parece que por parte de los empleados sí, pero por la empresa no", ha subrayado.
Según Bonilla, el día de votaciones fue bastante tenso, por la presencia de varios directivos de los CACT. Además, en los Jameos del Agua, el director de Recursos Humanos y el gerente, según este sindicalista, le dieron una carta a un empleados comunicándole su despido disciplinario por los incidentes que se produjeron hace unas semanas en el Cabildo, cuando esperaron a la consejera Astrid Pérez para increparle.
