"Los abajo firmantes, integrantes junto con usted del Grupo Socialista en el Cabildo de Lanzarote, por medio de la presente le trasladamos nuestra repulsa por la actitud mantenida por usted con respecto al Grupo". Así comienza la carta remitida por Manuel Fajardo, Miguel González, Carlos Espino, Lourdes Bernal y Francisca Toledo a su compañero de partido y de grupo, al que acusan de intentar perjudicar al partido.
"Como le consta de manera sobrada y fehaciente, el Grupo Socialista en el Cabildo de Lanzarote tomó por mayoría de cinco votos contra el suyo, la decisión de que usted no continuara desempeñando la portavocía del Grupo Socialista en esta Institución", continúan los socialistas, que afirman que "valiéndose de manera artera de que el Reglamento de Régimen Orgánico del Cabildo de Lanzarote obliga a que el escrito de remoción en la portavocía sea firmado por todos los integrantes del Grupo", Leal "se ha negado a firmar dicha comunicación, por lo que, hasta el momento, no ha sido posible materializar la voluntad mayoritaria del Grupo".
En esta carta que han decidido hacer pública, los compañeros reprochan a Miguel Ángel Leal que "esta situación, y su deslealtad manifiesta, ha provocado que el Grupo Socialista se vea totalmente ausente de la Junta de Portavoces, pues usted no sólo no consulta con el resto del Grupo qué temas llevar a la citada Junta, o cómo pronunciarse ante los que se someten a la consideración de la misma, sino que no informa de lo tratado, en un grosero intento de mantener al Grupo Socialista totalmente descoordinado de la Institución".
El detonante de esta misiva está en una nota de prensa remitida este jueves por Miguel Ángel Leal, en la que asegurando hablar en nombre del Grupo, manifestaba una postura sobre el conflicto de Transmediterránea diferente a la que públicamente habían expresado sus compañeros. "Si su actitud ya era merecedora de reprobación, ahora ha dado un paso más, atribuyéndose una representación que sabe que no ostenta, más allá de un aspecto puramente formal, derivado de un uso torticero y retorcido de la norma, cursa una nota de prensa en calidad de Portavoz del Grupo Socialista, con lo que hace pasar ante la ciudadanía su opinión personal como si fuera la del Grupo y del Partido Socialista".
Precisamente, ése es el motivo que esgrimen los consejeros del PSOE para haber hecho pública esta carta, ya que aunque señalan que "ha sido el deseo unánime de sus compañeros de Grupo el no trasladar a la opinión pública temas que pertenecen al ámbito más interno del Grupo y Partido Socialista", consideran que "llegados a este punto la situación exige hacer público el contenido de esta misiva, de cara a que los ciudadanos no se llamen a engaño ante sus próximos comunicados".
Descartada "la cordura"
Aunque los socialistas dejan claro en su duro escrito que "a estas alturas, y visto su comportamiento anterior, llamarle a la cordura o al respeto se antoja un vano ejercicio", sí agregan que "como Órgano del Partido, este Grupo tiene la obligación de advertirle del uso espurio que hace de su condición formal de portavoz, en contra de lo decidido por todos sus compañeros, y de las consecuencias disciplinarias de este tipo de comportamientos. Extremo éste de sobras conocido por usted y que, llegados a este punto, parece dar por descontado, primando su interés claro y manifiesto de perjudicar al Partido".
Por todo ello, afirman que han decidido expresarle por escrito y también de forma pública "nuestra repulsa ante su actitud y nuestra exigencia de que firme el escrito de cambio en la portavocía del Grupo", así como exigirle "que no continúe haciendo uso del nombre del Grupo Socialista en sus comunicados".
